Venganza

Capítulo 3

—¡Sophia Lawrence! ¡Sal de ahí de inmediato!

Muevo mi cabeza lentamente al escuchar el griterío de afuera. Me abrazo más fuerte a la almohada que está junto a mí, pero me despierto cuando esa almohada pasa una mano por mi cintura apretándome. Me levanto y me sorprendo al ver a William Carpenter junto a mí que me está viendo como si se le estuviera presentando la virgen.

—Según tu reputación, debiste haberte ido hace mucho tiempo —le digo con sarcasmo.

—Bueno, alguien me ha dejado tan cansado que ni siquiera he tenido las fuerzas para irme de aquí. Además, esta es mi habitación, la que se debería ir de aquí eres tú.

—¿Enserio me estás botando, Carpenter?

—Claro que no, bonita —dice acercándose a mí y jalándome por el mentón para darme un beso simple que me deja con ganas de mucho más. Le sonrío coquetamente y me siento a horcajadas sobre él preparándome para besarlo, pero algo me interrumpe.

—¡Sophia! ¡Sal de una vez! —volteo en dirección a la puerta completamente sorprendida por haber escuchado la voz de Emma.

Me levanto de la cama y me envuelvo con las sábanas de la cama de Will para poder abrirle la puerta a Emma—. ¿Qué pasa?

—¡Dios mío! —dice entrando a la habitación y quedándose sin palabras al ver a William semidesnudo sonriéndole con gracia y arrogancia—. Cuando me dijeron que Sophia Lawrence había sido vista bailando con un Carpenter, pensé que era solo un maldito chiste. ¡Pero, no! ¡Aquí estás! ¡Completamente desnuda y tapada solo con una sábana en la habitación del maldito mujeriego William Carpenter! ¡De todos los hombres con los que te podías meter, ¿tenías que elegirlo a él?!

—Haré como si eso no me doliera —responde Will con un falso tono de ofendido.

—¡Tú cállate! ¡Y tú! —dice mirándome de arriba a abajo—. ¡Vístete de una buena vez! ¡Tu padre está viniendo!

—¿¡Qué!? —gritamos William y yo al mismo tiempo.

—Oh, vaya. Los tórtolos ahora hablan al mismo tiempo. Qué bonito, que bonito —dice con sarcasmo y yo la miro con la ceja arqueada esperando una explicación—. No me mires así, Soph, que he venido a salvarte de la ira de tu padre porque cuando se entere que te acostaste con este hombre te va a quitar hasta el apellido.

—¡Dios te escuche!

—Nada que “Dios te escuche”. Cámbiate de una vez, tú padre solo está viniendo porque se han filtrado fotos de la fiesta donde apareces junto a mí.

—¿Desde cuándo el gran Shane Lawrence no sabe toda la información? —dice Will con sarcasmo.

—Una muy buena pregunta, Carpenter. Tú se la harás cara a cara si es que no sacamos a Sophia de aquí. Y créeme que conocer al señor Lawrence molesto, no es una buena primera impresión.

—Y lo dice por experiencia —le respondo poniéndome el vestido negro rápidamente y agarrando mis zapatos con la mano.

—Nadie puede resistirse a mí en la primera impresión o sino pregúntale a Sophia —me sonrojo al escuchar la arrogancia en su voz, pero ese pudor no dura mucho. Joder, con William he hecho de todo y me ha hecho sentir como nunca en unas cuantas horas como para sonrojarme como si nada.  

—Ya sabemos que eres guapo, pero ni siquiera tu cara bonita podrá defenderte de la furia de mi padre —le digo dejando los zapatos a un lado y acariciando su mejilla con dulzura. Will arquea una ceja y me da un beso con lengua incluida. Demonios, quiero más, siempre me deja con ganas de más. No sé si es la forma en que me besa o es solo es hecho de saber que lo que estamos haciendo no es correcto, pero cada beso que él me da, solo me da ganas de no parar.

Emma carraspea y me separo de William—. Una buena noche, Lawrence.

—Lo mismo digo, Carpenter.

Emma me saca a la fuerza de la habitación y caminamos por el pasillo rápidamente, pero eso no evita que me dé cuenta de que aquí falta alguien—. ¿Dónde está Matt?

—¿Quién Matt? —dice haciéndose la confundida.

—Matt, mi amigo, al que le estabas metiendo la lengua en la garganta hace solo unas cuantas horas.

Veo como ella se sonroja de inmediato y voltea a mirarme con una sonrisa nerviosa—. Él nos está esperando en el carro para escapar antes de que tu padre te encuentre recién follada y oliendo a alcohol.

—Deja de hablarme como si fuera una puta.

—Soph, te alejaste de nosotros para irte con el mujeriego del año, has sido vista besándote y bailando con ese sujeto y por si eso no fuera mucho, te acostaste con él a sabiendas de que una simple foto de ustedes juntos puede arruinarte la poca libertad que te queda.

—Deja de ser tan melodramática, Em. Además, mi libertad se fue al tacho cuando accedí a venir a la fiesta.

—¿Melodramática? ¡Sus padres se odian a muerte! ¡Ustedes son como Romeo y Julieta! ¡Solo que él no es un Romeo lleno de romance y tú no eres una Julieta tonta que se va a enamorar del heredero de la familia enemiga y terminarás muriendo por ese hombre!

—Deja de insultar a los libros. Además, ¿por qué estamos hablando de amor? Fue un polvo de una sola noche, no pasará nada más con él.

—Es la verdad, Soph —no le respondo porque ella está diciendo tonterías y no quiero pelear con ella cuando ya no nos vamos a ver hasta nuevo aviso porque estoy segura de que después de esa foto que ha visto mi padre, él me va a alejar de ella.




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