—Así que ahora somos novios.
—Así que ahora somos novios —repite.
Estamos ambos en su cama, algo ebrios por el vino y mirando hacia el techo. Volteo a mirarlo y nos empezamos a reír. Es de esos ataques de risa que tienes cuando estás con la persona correcta, cuando por alguna razón algo te parece divertido y empiezas a reír sin poder parar, sin poder detenerte a pensar si tan siquiera lo que te parece gracioso lo es. Es solo, sentirte tú mismo y dejarte llevar.
—Dios, esto es demasiado inaudito. Nunca pensé que mi padre me iba a conseguir una novia. Sabía que mi matrimonio iba a ser por conveniencia, pero no sabía que mis noviazgos también.
—No me pienso casar contigo. Solo quiero pagar mi carrera y mis caprichos.
—¿Así que Sophia Lawrence es ambiciosa?
—Una ambiciosa, una engreída y una presumida. Si quieres más adjetivos también puedo llegar a ser muy pesada.
—O, créeme, eso no lo dudo.
—Eres un idiota,
—Un idiota muy atractivo,
—Alucinas, Will. El vino se te ha subido a la cabeza.
—¿Alucino? Esas fueron tus palabras hace meses. Solo repito lo que dices —se encoje de hombros y yo le doy una palmada en ellos.
—Fue un momento de brutalidad.
—Entonces tienes muchos momentos de brutalidad.
—Voy a omitir tu último comentario para no caer en nuestra primera pelea de noviazgo.
—Suena tan ridículo.
—¿Ser mi novio es ridículo?
—Ser tu novio por conveniencia lo es —me acaricia la mejilla y me mira con los ojos brillantes.
—Tú y el vino no se deben de mezclar, ¿sabes? Te vuelves demasiado honesto para mi gusto.
—Y tú te vuelves muy emocional, pero no digo nada.
—Ayer lo dijiste.
—Ayer estaba molesto contigo.
Nos quedamos en silencio y me acomodo en su pecho antes de que él pueda decir algo en contra de eso. Pero, para mi sorpresa, no lo hace. Solo se acomoda para que mi cuerpo encaje con el suyo. Me acaricia el cabello mientras apoyo mi cabeza en su pecho. Estar con él así me relaja por completo, no puedo pensar en los pros y en los contras de mantener siquiera una relación amical con él porque mientras Will me tenga entre sus brazos acariciando mi cabello todas mis defensas se van al suelo. Como lo dije antes, él es mi nuevo lugar seguro.
—Perdón.
—¿Cómo dices? —levanto la cabeza y lo miro sorprendida. William sigue mirando el techo.
—Lo siento por lo de hace una semana. No debí tratarte así ni decirte tantas cosas. No te lo merecías, estaba molesto y no medí mis palabras. Sé que una disculpa no borrará lo que dije, pero es lo único que puedo hacer para redimirme. Es algo familiar supongo.
—Se supone que los Carpenter nunca se disculpan.
—Nunca lo hacemos, pero tú eres diferente.
—¿Estás seguro?
—¿Qué quieres decir?
—¿Yo soy diferente? ¿O es que no te pareces tanto a tu padre como quieres? —él se queda en silencio, pero siento como se tensa a mi lado—. Creo que eres más como Chiara y estoy segura de que ella estaría orgullosa de eso.
—¿De parecerme a ella? Son genes.
—No te pongas a la defensiva, Will. Es solo un comentario. Además, sé que ella estaría orgullosa de que seas más como ella y menos como tu padre.
William ya no responde y se queda dormido. Minutos después yo también quedo rendida junto a él, hoy ha sido un día complicado y pesado. Desde que me desperté con una linterna sobre mis ojos hasta ahora después de una exhausta cena con el padre de mi novio por conveniencia.
—Soph.
Gruño en respuesta a William. Ha estado llamando mi nombre desde hace más de 5 minutos y lo único que quiero es hacerle caso. Es mi primer día de vacaciones y no tengo preocupaciones gracias a la familia de William
—Sophia, sé que estás despierta.
—Basta, William. Es temprano.
—Lo sé y estoy igual de molesto que tú.
—Entonces, ¿cuál es tu problema?
—Soph, mi padre está afuera.
Me levanto de golpe y lo miro sorprendida. William está completamente enfundado en un traje gris y está completamente peinado. Cada cabello rubio está perfectamente en su lugar y se ve irresistible. Me apoyo en mis codos para verlo mejor y no puedo dejar de sonreír. Si hasta el sueño se me fue.
—¿Acaso estoy en el infierno o por qué estoy viendo a un demonio perfectamente vestido?
—Lo estarás pronto si es que no te cambias y sales a ver a mi padre.
—No sabía que ser tu novia falsa también me daba invitaciones a las conferencias con Mason Carpenter.
—Desde anoche eres una Carpenter, Sophia.
—¿De qué estás hablando?