Venganza de bachillerato

Capítulo 3 ~ 17 otra vez.

 

Las luces de las lámparas. Los oficiales de aduana caminando y los demás autos incorporándose a la autopista... creo que estoy de nuevo en casa. Bajo la ventana del auto y siento el viento, ese aroma de verano... el clima en el exterior está un poco fresco, aunque no como me gustaría.

 

Observo a la mayoría de personas que cruzan caminando, algunos subiendo el tren, otros reencontrándose con algún familiar o amigo, algunos llegando a comprar algo o a comer. Y pues la mayoría siguiendo su camino.

 

El semáforo cambia a verde y podemos avanzar. —Llegaremos en unas horas a nuestra casa... todo está listo y se que les encantará—exclama mi padre, mientras conduce a casa.

 

Sonrió y recuesto mi cabeza en al cabecera, me coloco mis audífonos y solo observo por la ventana mientras seguimos el camino.

 

Siento como si desde el día que mi madre faltó, fuera punto y aparte mi vida. Como un nuevo capítulo, y todo lo vivido antes, para mí es borroso, solo los momentos con ella los puedo visualizar, el resto es difícil. Quizás una parte de mi se esforzó en olvidar, y tal vez fue por mi bien.

 

—Estos años en México fueron interesantes... pero sin duda alguna extrañaba estar aquí—dice Micaela, mientras observa el exterior. Se alcanzan a apreciar tiendas y algunos edificios, aunque vamos por la autopista y es de noche.

 

César sonríe. —Ya se te extrañaba por acá. Recuerdo la última vez que te miré, increíble pensar que fue hace 10 años...—responde sin quitar la vista del camino, pero en su mirada puedo ver que está recordando.

 

Mi madre ríe. —Aunque creo que nos conservamos bien—le halaga. —En estos 10 años pasaron tantas cosas... ¿qué hiciste en este tiempo? Cuéntame en lo que llegamos a nuestro hogar, cielo—bromea por nuestras nuevas identidades.

 

Yo suelto una pequeña risa, el volumen de mis audífonos lo tengo bajo para escuchar la charla de mis "padres".

 

Mi padre se incorpora a otra autopista. —Un poco de esto y un poco de aquello, usando mis habilidades para sobrevivir en todo lo que sucedió después de que te fuiste. Opté por dejar mi vida, establecer mi negocio y seguir una vida común... obvio no funcionó y volví a donde mismo. Por eso ahora les ayudo...—levanta sus cejas mientras contesta.

 

Quiero hacerle alguna pregunta sobre mi madre, pero no lo hago, solo le veo mientras contesta a la pregunta.

 

Nos hace la pregunta si queremos comprar algún snack, a lo que yo acepto. El trato que nos brinda César de verdad despista, creo que nadie notaría alguna diferencia de nuestra familia peculiar... yo trato de comportarme como la típica hija... por otro lado mi madre parece estar fascinada con nuestro regreso a Estados Unidos. Y también es obvio que quizás alguna vez hubo algún pasado entre ella y César, quizás eso refuerce nuestra mentira. Creo que será obvio que mis compañeros de escuela deberán conocer a mis padres alguna vez, y no quisiera llamar la atención...

 

Después de esa parada en una tienda express, seguimos nuestro camino. Vamos riendo en el auto mientras vamos a casa, creo que parecemos la típica familia feliz que está pasando un agradable rato en familia.

 

Cuando me percato, han pasado 3 horas de viaje... el tiempo ha pasado volando. —¿Ya casi llegamos?—apoyo mis manos en los asientos de mis padres y asomo mi cabeza entre ellos.

 

Ríen. —De hecho ya casi... ya mérito llegamos—expresa mientras a la lejanía se ven algunos edificios de la gran cuidad de Los Ángeles.

 

—Vaya...—digo mientras observo.

 

Micaela suspira. —Bien, pues volvimos a casa—sonríe y gira un poco su cabeza para verme. Sus ojos lo dicen todo.

 

Creo que mi vida está a punto de cambiar radicalmente... más de lo que ya lo ha hecho. —Ahorita son las 3:30 AM... y aún así hay actividad—mi padre me saca de mis pensamientos.

 

Nos adentraremos en las calles de la ciudad, con rumbo a nuestro hogar. Sí, estoy ansiosa por conocerlo... Es interesante ser otra chica, ser Andrea. Una chica común... en una ciudad común... cuyo objetivo es acercarse a la hija de la mujer que se vio implicada en el asesinato de mi madre. Tengo esperanzas de que en el camino, descubriré algo más... y aparte que creo que será una experiencia interesante ser una adolescente de nuevo.

 

 

25 minutos después...

 

 

El auto disminuye su velocidad. César apunta con su dedo. —Es esta casa...—señala a una casa enorme, bonita y elegante. Las ventanas cuadradas de color perla. Es de 2 pisos... en la primera plana hay especie para un garaje que puede almacenar dos vehículos. Incluso otro afuera del mismo, ya que el patio verde es grande, y uno en la calle. Vaya, eso es interesante.

 

Lentamente nos estacionamos frente a nuestra nueva casa. Con prisa bajo del vehículo, lo que hay frente a mí, es un camino con piedras. Al final del camino está la puerta de la casa, de color café claro. Al lado de la puerta, hay una banca y a un costado un árbol con arbustos.

 

—Linda casa—expresa mi madre mientras baja del vehículo y se acerca al jardín. —Será un lindo y cálido hogar. ¿Cierto, Andrea?—pregunta mientras estoy al frente de ella.

 

Asiento. —Claro, mami—sonrió. —Estoy ansiosa por ver la casa...—contestó mientras espero a entrar.

 

César camina con las maletas hacia la entrada de nuestro nuevo hogar. —Todo está listo. Espero que sus habitaciones les gusten—agrega mientras introduce la llave en la chapa de la puerta.



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En el texto hay: adolescentes, amor adolecente, suspenso amor

Editado: 05.11.2024

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