CAPÍTULO 4.2. CATÁSTROFE PARALELA

Jan miró a Félix.

—Responde —asintió este.

Jan asintió.

—Víctor.

—Jan. —La voz del hombre mayor sonaba cansada—. Tenemos que hablar.

—Sé cómo se ve esto, pero...

—Jan, no voy a darte sermones. Eres un buen chef. El mejor de la ciudad. Y yo creía en este proyecto. —Pausa—. Pero mis otros socios están nerviosos. ¿Sabes lo que es la cultura de la cancelación?

—Es temporal. El escándalo se calmará...

—¿Cuándo? —Víctor no parecía enfadado. Peor aún, parecía triste—. ¿En una semana? ¿Un mes? ¿Un trimestre? Jan, soy un hombre de negocios. No puedo esperar a que "tal vez algo se calme".

Jan apretaba el teléfono con tanta fuerza que los nudillos se le pusieron blancos.

—¿Qué quieres que haga?

—Arregla la situación. Rápido. —Víctor suspiró—. Tienes dos semanas para demostrar que este restaurante sigue siendo viable. Que la gente regresa y que no es un barco que se hunde, sino uno que temporalmente encalló.

—¿Y si no?

—Entonces discutiremos una estrategia de salida. —Código para "cerraremos este lugar", por supuesto, Jan lo entendió.

Colgó.

Lentamente bajó el teléfono.

—Dos semanas —susurró.

Félix silbó suavemente.

—Eso es... rápido.

—Eso es imposible.

—Oye —Félix le dio un empujón en el hombro—. El Jan que conozco no se rinde. ¿Recuerdas cómo salvaste todo cuando tres platos principales fallaron al mismo tiempo en un banquete para cien invitados?

—Félix, esto es diferente...

—No. El mismo principio. Un problema se puede resolver. La cuestión es cómo. —Se levantó y comenzó a caminar—. Bien. Pensemos. ¿Qué necesitamos?

—Un milagro.

—Además de un milagro. ¿Qué es realista?

Jan intentó pensar. Con el cansancio y el estrés, no le salía muy bien.

—Publicidad. Buena publicidad. Algo que cambie la narrativa. ¡Eso! —Félix chasqueó los dedos—. ¡Eso mismo! ¿Y cómo lo conseguimos?

—No sé. ¿Una entrevista? ¿Disculpas?

—¿Disculpas por qué? ¿Por defender tu propio negocio? —Félix negó con la cabeza—. No. No necesitamos defensa. Necesitamos... una contra-narrativa.

—Traduce eso del lenguaje de gerente de relaciones públicas al humano.

—Necesitamos una nueva historia. —Félix se sentó frente a él, con los ojos brillando—. Piensa. Ahora la historia es: "Restaurador malvado vs pobre influencer". ¿Verdad?

—Sí...

—Entonces cambiemos la historia. Hagamos que sea: "Dos personas que resolvieron un problema juntas".

Jan parpadeó.

—¿Qué?

—¡Reconciliación! —Félix se levantó de un salto—. ¡Reconciliación pública! La invitas aquí. Ella viene. Ambos se disculpan. Foto. Comunicado de prensa. ¡Boom, todos felices!

—Félix, probablemente me odia. Ni siquiera me disculpé en ese momento... No tuve tiempo...

—¿Y tú la odias?

-------------------------------------------------------------------- Mmm, me pregunto qué responderá nuestro héroe a esta pregunta. ¿Funcionará la idea de reconciliación de Félix?
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¡Tu Lina!