Venganza Millonaria

Capítulo 10: Tranquilidad

Phil Heller

Debo decir que desde que esa chica apareció en la fiesta no dejó de intrigarme. ¿Quién demonios era? ¿Cómo había entrado ahí? ¿Cómo me conocía? ¿Cómo nadie parecía conocerla? Era profundamente misteriosa y sabía más de lo que debía, eso se lo concedo. No soy un hombre que se sorprenda fácil, no me gusta que me encuentren con la guardia baja, pero ella… esa mujer había logrado sorprenderme. 

Se veía sencilla, tranquila. Cuando mi padre me dio el único y mejor consejo de negocios decía algo como —si algo sé de la vida, en negocios y en el mundo en que vivimos es que la persona más tranquila de la habitación es la que más control tiene, la que más secretos tiene y la que sabe como tener a todos bajos sus pies—. Ella me había hablado de tú a tú, sin miedo, sin impresionarse por mí, sin caer en todas las trampas que le lancé en nuestra breve comunicación.

Moni.

Era todo lo que me había dicho, la única información que saqué de ella en esa charla en el evento y cuando nos reunimos en el restaurante de Jack. Eso y que de seguro me viene siguiendo desde hace bastante tiempo, o hay cámaras plantadas en mi casa y oficina, porque no hay otra manera de como se enteró de mí y mis cosas. Pregunté a medio evento si sabían de ella y nadie sabía absolutamente nada, es más, parecía que nadie la había siquiera visto. 

La describí como era: piel bronceada, cabellera negra y lustrosa, ojos oscuros y grandes, boca pintada en un color oscuro, rasgos casi exóticos y ese vestido que parecía que fuera tallado en la noche misma, cada curva me hacía soñar, quería pasar mi mano por cada lugar de su cuerpo y conocerlo como debería.

¿Cómo nadie vio a esa mujer intoxicante? ¿Cómo nadie parece reconocerla? Cuando coloqué mi mano en su cintura y su cadera casi me sentí en el cielo ¡Yo! ¡Un hombre que tiene cuanta mujer quiere! Debe ser eso que dicen, uno quiere lo que no tiene.

Por supuesto que grité a los cuatro vientos y despedí a un par de mi personal de seguridad. Revisaron de arriba a abajo todas mis propiedades. Ni una sola cámara, ningún aparato sospechoso… absolutamente nada. Era un misterio. Moni era un misterio.

Tenía que tener los ojos bien abiertos, si ella podía dilucidarme así, entonces cualquiera lo haría. Aunque con los días que pasaban me di cuenta de que realmente era como un fantasma. Nada en red es sociales, nada en internet, nada por ningún lado. Era un completo enigma.

Claro que su promesa parecía real, me había dado información vital, ¡si hasta conocía a mis investigadores!, los cuales despedí, excepto el que ella mencionó. Es increíble como estoy rodeado de inútiles, y viene una belleza exótica y me da lo que necesitaba, gratis.

Yo tenía mis propios planes con Warleggan, eso ella no lo sabía. Tenía mis propias cuentas que saldar, pero mi plan, mi objetivo, mi iniciativa, no estaba distante a la de ella. 

Si es cierto que ella me intrigaba, muchísimo y por eso buscaba seguir con nuestro acuerdo. No sé que me provocaba ella además de curiosidad, deseo, desafío, diversión. Parecía ser una mujer como aún no conocí. Sabía de mujeres empresarias increíblemente fuertes y asertivas, otras las típicas que creen que la belleza lo es todo, jóvenes, mayores, inteligentes, decididas, pero Moni… era algo mucho más allá. De repente, me encontré deseando nuestros próximos encuentros, con muchas más ganas de las que debería admitir.

Pero cuando llegó al lugar esta noche, me doy cuenta que… claro, si sé algo más de ella, además de su nombre o supuesto nombre y de que sabe mucho de mí; reflexiono mientras entro al evento de empresarios de la ciudad y la veo con…Baptiste. Ella es novia de Baptiste.

¿En qué mundo una mujer así de interesante estaba con el tipo más aburrido del mundo? Dios, Baptiste Katz era un pintor con aires de grandeza, siempre riéndose, siempre aparentando que la pasa bien, que el mundo es maravilloso, que todo es felicidad, risas y alegrías mientras pinta sus tonterías. 

¿Valen millones esas tonterías? Si ¿Me importan? En lo absoluto, podrían quemarse en el infierno por lo que a mi vale, pero era una buena forma de inversión. O al menos eso recomendaban mis asesores, a mí no me gustaba, yo prefería las propiedades, suelo, paredes, cosas tangibles, más que "Expresión 2" o "primavera  1" ¿Qué clase de nombre idiota son esos para unas pinturas? Nombres idiotas de un hombre idiota.

Claro que ya dije que él siempre tenía esa expresión en su cara, de estar pasándosela bien… peor ahora creo que esa expresión le queda bien en su cara. Está ataviado con un esmoquin, cosa rara, es un hombre que debe detestar este tipo de cosas formales, y sonríe como el estúpido que es.

A su lado tiene a una deidad misma: Moni luce un vestido oscuro con transparencias, encajes y pequeños adornos que la hacen parecer más una diosa de lo que ya es. Su cabello está recogido en un moño bajo, su expresión con su maquillaje se ve seria, misteriosa, muy sexy. No sé nada de lo que se hacen las mujeres, pero si, el resultado general es francamente delicioso. 

Lo único malo de ella es su compañía. Dios mío, si antes me caía mal este pintor, artista, hippie de cuarta ahora me cae peor. Parece que tuviera las manos pegadas en ella como con pega ¡No la suelta ni por un segundo! No puede tomar, ni comer, ni hablar sin que él la esté tocando. Lo que más me molesta es que tiene esa expresión de felicidad de que ni él mismo se cree que vino con esa belleza.




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