Monique
—Está bien que no me quieras decir nada, pero en cuanto vi esa noticia… y ese nombre Mark Parr…. me parecía muy conocido. Yo solo quiero saber como va saliendo todo. Sabes que te amamos y no nos entrometeremos, pero tenemos miedo de que algo te suceda— dice Lolo al teléfono. Ella es mi amiga un poco más relajada.
—Aún no lo puedo decir del todo… hay varios desafíos, pero si Mark Parr era parte de mi venganza. Y ha caído. Ha sido muchísimo trabajo Lolo, pero está rindiendo frutos— ella hace un pequeño sonido de aprobación.
—¡Por supuesto que si! ¡Es obvio que tú puedes con eso y más! Has trabajado en esto por más de un año ¡tenemos días sin vernos solo porque has estado ocupada en esto como si fuera un cliente! ¡Ni yo me esfuerzo tanto con mis clientes!—
—Digamos que es peor que un trabajo porque no obtengo ganancias económicas, pero si emocionales— - admito y ella se ríe con ganas. De todas Lolo es la que tiene la mejor risa. La extraño tanto.
—Lo importante es que estás cada vez más cerca. Yo solo rezo para que todo termine y vuelvas a nosotros ¿Sabes que te extrañamos desesperadamente?— agrega, pero antes de que yo pueda contestarle me interrumpe
—Pero antes que me digas cualquier cosa y lo de siempre… la venganza es solitaria blah blah blah… no quiero meterlas en esto blah blah hbla— dice imitando mi tono… mujer osada —Solo quiero saber qué sucedió con ese francés delicioso que no te quitaba la mirada y las manos de la fiesta de cumple del pequeñín de Greta— dice con un tono malicioso y me la imagino moviendo sus cejas de forma divertida
—Bueno, de hecho… lo voy a ver hoy— - le digo en voz baja y recibo un grito atronador de euforia y luego de varios segundos donde grita: Wiiiii, Yeihhhhh, vamos Moni vamos Moni y se ríe como una demente agrega —Te mereces eso y más Moni, toda la felicidad del mundo. Ya Greta me comentó que le dio un jalón de orejas y él dice que se está comportando como todo un caballero— agrega emocionada.
—La verdad es que si lo ha sido— digo sonriendo, por primera vez en meses… emocionada, esperanzada- —Gracias Lolo. Te quiero— le susurro al teléfono.
—Y yo a ti. Ahora, ve a celebrar, sé feliz y después tomate un descanso. Pero por nada del mundo te olvides de nosotras— dice ella contenta.
—Jamás.Por nada del mundo— Le prometo y me voy preparando para mi gran cita.
Si, porque lo que tengo con Baptiste es una cita, no me voy a engañar. No voy a decir que es por trabajo ni por nuestro trato… es una cita entre una pareja de mentira que quiere ser una pareja de verdad. O al menos algo parecido, digamos que no quiero adelantarme a nada… solo sé que quiero estar cerca de él… no negarme a lo que pueda suceder entre nosotros, abrirme a él poco a poco.
Reviso todo mi closet que está lleno básicamente de ropa que me legó Lolo ¿Para qué ella compra tantas cosas? Nunca lo he entendido, pero ahora lo agradezco infinitamente, pues tengo muchas opciones de donde elegir. Si fuera por mí tuviera solo jeans y camisetas. Me decido por un vestido dorado… si totalmente diferente a todo mi repertorio de vestimenta negra. La razón es simple… antes no quería llamar la atención, en cambio, hoy… quiero llamar toda su atención, solo la de él.
Es algo más corto de lo que suelo usar, pero no para ser considerado vulgar, todo lo contrario, es un glamoroso, cuello recto y dos pequeñas tiras que aparecen de oro sobre mis hombros, marca mi cintura y la falda no se pega excesivamente a mis caderas, cayendo de forma pesada a la mita de mis muslos. Es lo que Lolo llamaría un vestido de coctel.
Tiene un hermoso diseño de pequeñas hojas doradas en todo el entramado de la tela. Mi cabello está suelto y lo ricé con unas pequeñas ondas en las puntas. Un poco de maquillaje, unos zapatos altos y… voila.
Soy una Monique que desconozco. Jamás me vestí para impresionar a alguien, menos a un hombre. Tenía a Felipe, bueno si es que alguna vez lo tuve. No tuve más citas que con él. Pero no es momento de pensar en él sino en mi hermoso francesito. Baptiste.
Cuando llego al evento es en uno de los restaurantes más exclusivos de la ciudad, Million. Recuerdo alguna vez que Lolo hizo un evento aquí y yo estuve ayudando en la cocina. Buenos recuerdos, pienso. Baptiste mencionó algo de la inauguración de un centro de exposiciones en el restaurante, que se supone es exactamente al lado.
Supongo que los dueños desearán con locura que Baptiste exponga ahí cuanto antes. Zoe comentó hace un tiempo de que ya se habia corrido la voz de que él estaba pintando de nuevo y todos se mataban porque expusiera en sus galerías y por comprar sus cuadros.
Parecía algo tan raro para mí. Conmigo Baptiste era solo un simple artista, alguien que me conversaba de cosas tan íntimas y personales, alguien con quien tenía un trato… pero para los demás era un hombre famoso, admirado y respetado.
En lo que llego lo veo esperándome nervioso en la puerta donde ya entran muchas personas ataviadas con ropas brillantes y exclusivas, no llegué tarde, pero en cuanto voltea a verme veo su expresión de alivio. ¿Pensó que no iba a venir?
Tengo un abrigo oscuro y él me ve caminando hacia él, su expresión ahora es de alegría, una sonrisa preciosa se exhibe en esos labios hermosos. Tiene un traje oscuro y perfecto, veo como la camisa se marca en los músculos de sus brazos, sus pantalones se ajustan a sus largas piernas y la chaqueta de su traje hace ver su espalda y hombros anchos… y yo deseo sujetarme a ellos como nada en el mundo.
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Editado: 19.02.2023