Venganza Millonaria

Capítulo 25: Cabos sueltos

Dafne

Llámenme incrédula, tonta o lo que quieran, pero aún no me acostumbro a mi día a día. Tengo una vida que ni en mis más locos y desenfrenados sueños imaginé tener. Era la CEO de una de las empresas más importantes del país, tenía a mis amigas, una familia que me adoraba y lo tenía a él.

Stefan está levantado desde temprano metido en la cocina, luce siempre tan fantástico que a veces tengo la tentación de verlo detalladamente y tocarlo, constatar que realmente está ahí. Hoy es uno de esos días.

Estoy ya vestida para salir a nuestra reunión de hoy cuando me aproximo a él y lo abrazo por la espalda mientras está cerca de la mesa de la cocina. Apoyo mi cabeza en su espalda y lo rodeo con mis brazos, lo siento reír mientras coloca sus manos en mis manos que lo toman.

—Te amo— le digo y él voltea a verme. Por la diosa… es tan hermoso. Ese cabello de azabache que es tan oscuro que refleja la luz, esos ojos oscuros, su piel pálida, sus labios gruesos y todos sus rasgos que aparecen de una escultura maravillosa… ni viéndolo todos los días podría estar segura de que existe en el mundo alguien tan hermoso. Él se inclina y me besa con devoción.

—Mi tesoro…—  me dice con su voz maravillosa  —Estás nerviosa— - asevera. Me conoce tan bien. Yo le doy una sonrisa triste y él me abraza. 

—Nada de lo que Warleggan haga tendrá resultado ¿lo sabes? Él jamás volverá a tocarte ni hacerte daño— me promete dándome besos en el cabello. 

—Lo sé… solo quiero cerrar ese capítulo con él y… el hecho de que Monique nos haya contactado es bueno… y a la vez temo que sea tan grande que necesite nuestra ayuda. Sabes como es de terca para pedir ayuda—  le digo y asiente. 

—Nos los prometió y cumplió— dice él. Es verdad. Monique puede tener su venganza, pero sabe que Louis es un tema particular para nosotros. 

Louis era mi jefe cuando yo trabajaba en Warleggan House su empresa familiar. En ese cargo me usó, me colocó en contra de Stefan que era nuestro cliente, incluso llego a drogarme y secuestrarme… no podía soportar que yo hubiese preferido a Stefan que a él. Para colmo de males intentó derrumbar la empresa familiar de Stefan, Maledetti Group. Nosotros llevamos prueba de todos sus crímenes, pero solo logramos que Warleggan House llegara casi a la quiebra.

Con un gran monto de fianza Louis estaba fuera, libre. Hasta ahora. Monique lo tenía en su objetivo de venganza y aquí nos daba pruebas y una oportunidad de que finalmente tuviera su merecido. No sabíamos muy bien cuáles habían sido los pasos previos de Moni ni como había obtenido esta información, pero era obvio que había tenido éxito. Hoy nos íbamos a reunir con ella y Caro a armar nuestro plan, de una vez por todas. 

—Tu también estás nervioso…has cocinado como si venía un tropel de personas— - le digo viendo la cocina. Hay croissants, mermeladas, una bandeja de quesos, chocolate, scones, de todo. Y café, mucho café. Él solo sonríe. Yo también lo conozco bien. Vuelvo a abrazarlo y apoyarme en su pecho siguiendo con mis dedos las líneas de los tatuajes de su pecho, que no puedo ver con su camisa, pero que sé donde están, como si fueran las líneas de mi manos. 

—Huele delicioso— suspiro en sus brazos.

—¿El desayuno o yo?— pregunta mi esposo divertido.

—Ambos…. pero tú siempre hueles mejor que cualquier cosa— confieso y de repente me carga y suelto un gritico.

Me levanta, sosteniendo mis piernas y yo las coloco en sus caderas, sujetándome a él. Él me besa de una forma tan deliciosa, saboreando mis labios, rozándolos con delicadeza y pasión. Siempre me quejo de que él es muy alto y no puedo alcanzar sus labios como quiero… y aquí estoy, a su nivel, sus manos en mis muslos y yo observo su rostro, besando sus parpados, su nariz, su boca maravillosa.

Luego me sienta en las sillas altas del desayunador de la cocina y me rio como una niña. Desayunamos con tranquilidad, él consintiéndome a cada segundo. Si… esta es mi maravillosa vida.

—Todo va a salir bien amore— me dice reafirmando mientras vamos al departamento de Caro, bueno, en realidad era de Richard, el tío de Stefan y esposo de Rita que ahora están en Italia, para variar. Richard se mudó con Rita, dejando un gran y lujoso departamento a nuestra querida Carito que necesitaba seguridad extrema para huir de sus pasado y de gente que la persigue. Básicamente por ser una hacker consumada. La mejor.

Ahhhh ver a Moni y a Caro es siempre un placer. Stefan las adora y ellas a él. Todo era Dafi para aquí, Stefan para allá, besos y abrazos. Un hermoso reencuentro. Necesito tenerlas más cerca, más tiempo, es lo único en lo que puedo pensar. Por minutos solo quiero sentir que eran como nuestras reuniones de antes, eran fantásticas: Greta y Lolo hablando de sus esposos, yo investigando cosas para ellas, pero enamorada de un bello cliente que ahora está a mi lado, Caro haciendo comentarios sarcásticos y Moni siempre horneando y dando consejos.

Había días en que nos quedábamos ayudándola a preparar sus delicias, en su restaurante, en alguna casa de nosotras, para que saliera un gran pedido. Moni siempre cocinando, siempre experimentando hacer cosas ricas.

Pero esos son tiempos del pasado supongo, la Moni que tengo enfrente es diferente. Quizás todos cambiamos sin notarlo. Moni es una mujer que no duda ni titubea, que no sé deja engañar por un novio tonto y blandengue, es una mujer que tiene planes claros y objetivos. Se ve más segura de sí misma, firme, confiada. Como si armara un plan para derrocar a alguien, exponerlo a justicia, todos los días de su vida.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.