Baptiste
Cada vez estaba más convencido de que estaba rodeado de supermujeres, porque realmente no había otra explicación. No solo Monique y Caro parece que habían salido de una película de Misión Imposible, sin grandes tecnologías de altos presupuestos, ni tenían dobles, salvando mi pellejo y montando un plan que me tenía perdido.
Habían controlado cada aspecto que era una locura, aún no sé como salieron de ahí ilesas y yo no dejaba de abrazar a mon coeur todas las noches, suspirando con miedo de lo que pudo pasar y del peligro que aún corría. Si no que, además de todo eso, mi querida Zoe había armado una exhibición en pocos días y era… magnífica.
Había dado a una ojeada la noche anterior de como iba quedando en la galería más grande e importante de la ciudad y parecía no haber un detalle fuera de lugar. Zoe ni me hablaba, sino que corría de un lado para el otro con Víctor que llevaba la parte digital.
También vi a Lolo y a Rita que estaban allí revisando la lista de invitados y demás detalles de prensa que parecía todo extremadamente cuidado. Las pasé a saluda y les ofrecí mi ayuda y ellas me preguntaron algunas cosas y luego me enviaron a casa.
Parecía todo volver a una relativa normalidad, al menos eso pensaba. Aunque yo ya no sabía que era normalidad. No solo alguien había robado la galería y quien sabe que más se sabía de mí… tuve días realmente duros.
Mi trabajo tantos años, tanto esfuerzo por hacerme un nombre ¿Y alguien podía entrar así como así a robarme lo que tengo? Mi creatividad, mi técnica… para luego vender mis obras… ¿O quién sabe que pretendían que hacer con eso?
A veces pensaba que pasaría si no me encontraba con mon coeur. Ella se sentía muy mal de haber involucrado ¡Pero ella no lo hizo! Tal como decía Caro, si Monique no estaba metida en esto, si ella no le tuvieran un ojo encima a Charlotte, mis compañeros artistas y yo… quien sabe qué sería de nosotros. Era aterrador, no sé como ellas lo hacían y se mantenían como si nada.
Saber que hay personas tan malas y oscuras, escondidas o peor, a la vista de todos nosotros. Te las puedes encontrar en el metro, en un restaurante, el amigo de un amigo. Yo mismo los había tratado, grandes empresarios e inversores… que no eran más que estafadores y embaucadores. Lamentablemente, el mundo del arte no está exento a eso.
Sin duda era una aparte del mundo que yo me resistía a conocer, pero que estaba, queramos o no. Monique era tan fuerte que había pasado por lo peor, y aun así, usaba su tiempo y sus fuerzas para ayudarme. Siento que mi corazón se desbordaba de amor por ella… esa mujer era lo más maravilloso del mundo. Simplement magnifique.
La peor parte es que todos parecían ver lo excepcional que era ella… menos ella misma. Lamentaba tanto que ella tuviera que vivir toda su vida así, con mucho trabajo, para luego perderlo todo, para después adaptarse como un camaleón y planear, sin duda alguna… la venganza más increíble que vi en mi vida. Monique transpiraba esa seguridad, esa certeza de hacer lo que se tiene que hacer, y si bien estaba nerviosa muchas veces… la realidad es que yo no se lo notaba. Me proponía que ella no pasara por esto nunca más, mi amor se merecía ser feliz.
Yo estuve días trabajando como un demente día y noche pintando, comiendo, bañándome y luego ir a dormir. Tenía ya casi una barba y me veía agotado, y créanme que pudo ser peor si no fuera por ella. Yo estaba mal, pero ella… que había pasado cosas peores, me ayudaba ¿Puede ser más sorprendente esta mujer?
Monique me nutría, no solo con su comida maravillosa y exquisitamente deliciosa ¡La meilleure nourriture que j'ai jamais eue dans ma vie! (¡la mejor comida que probé en mi vida!) sino que se quedaba conmigo, me decía que tenía que descansar, que era hora de comer, de bañarme, de salir así sea a asomarme a la ventana.
No me sacaba de mi trabajo, ella entendía la necesidad de hacer lo que tenía que hacer… pero me apoyaba, como nadie lo ha hecho. Y cuando a veces ella llegaba a mi casa y me encontraba con la mirada perdida, me abrazaba, me llevaba a la cama y me hacía apoyar mi cabeza en su pecho y me acariciaba el cabello hasta dormirme. En los brazos de Monique tuve los mejores descansos de mi vida.
Así que mi vida no solo había cambiado con un giro increíble, porque tenía una de las exposiciones más importantes de mi vida en tiempo récord, porque produje obras como loco, porque conocí a la mafia terrible de la ciudad, y porque por primera vez me robaron unas obras aún no sé con qué fin… sino porque también estaba comprometido.
Nunca pensé en comprometerme, menos en casarme. Mi vida era la pintura, eso es verdad, era un hombre enamoradizo, pero eso es todo. Amaba a las mujeres, eran mis musas, pero no sabía si alguna vez encontraría a alguna que me hiciera dejar todo. Pero en cuanto la vi… juro que no había anda más sino ella en ese momento.
Ella hizo que mis ganas de pintar surgieran como si fuera un aura en mí y tenía tantas ideas que iba a durar años haciendo lo que tenía pensado. Era ma muse en serio, no era un decir ni una exageración. Le pagaría lo que fuera porque siguiera siendo mi musa… pero lo que realmente quería era… ella. Solamente esa mujer de piel dorada y preciosa… esa mujer que era todo para mí.
Lo gracioso es que cuando la encontré… no me pidió dejar nada. Todo lo contrario, Monique trajo cosas a mi vida, que yo inclusive con un buen título de uno de los mejores artistas de la ciudad y del país… no tenía. Cariño, comprensión, amistad, apoyo. Cosas que el dinero simplemente no puede comprar.
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Editado: 19.02.2023