Venganza Millonaria

Capítulo 49: Charlotte Anna

Monique

—¿Puedes creer que tengo aproximadamente veinte y siete mensajes de Felipe, preguntándome sí es verdad que estoy saliendo con Phil? ¿Es que acaso él no tiene la habilidad de entender, de usar su cabeza para darse cuenta de que realmente no hay ninguna posibilidad para él, qué no hay retorno conmigo? Sigue pensando que tengo algo con Phil— digo yo en voz alta, reunida con Caro, preparando nuestro super plan para los próximos pasos. Caro suspira y sigue revisando archivos, sin verme.

—No se Moni, los gusanos son chiquitos, por lo tanto, deben tener cerebro chiquitos. Me parece que le estás pidiéndole mucho a ese ser. Pero sin duda él estuvo haciendo todo lo posible, colocando todas sus cartas en que tú ibas a dejar a francesito gracias a su amenaza y, como según él, tú no tienes a nadie más… ibas a volver con él. ¿El por qué? Pues porque piensa, o cree que él ombligo del mundo y, por lo tanto, él es la única opción que quedaba para ti, al menos en su diminuta cabeza. Y obvio que piensa que es Phil pues estas desde hace días pegada a él. Y como ya dijimos Felipe lo admira, así que supongamos que no va a hacer ninguna movida… supongamos al menos—  dice mi amiga y no tengo pruebas, pero tampoco dudas de que lo que dice es totalmente cierto. 

—Me molesta tremendamente que ahora todos parecen pensar que yo soy la mala de la historia— - digo yo refunfuñando molesta. Caro me hace un gesto qué indica que es algo sin importancia.

—No puedes controlarlo a él ni a nadie, por más que queramos. Y al fin y al cabo él puede decir lo que le venga en gana, puesto que nada te afecta, la realidad va a salir a la luz. Recordemos que el hecho de que él esté tan confiado es algo sumamente positivo para nosotras. Alguien confiado es alguien desprevenido—  dice ella muy sabiamente. 

—Juro qué no puedo esperar el día en que vayamos contra él... Pero por ahora concentrémonos en nuestra querida Charlotte—  le digo. Y es así. Teníamos todo para dar nuestro golpe a ella, lo veníamos macerando, marinando en salsa como si fuese un plato especial que necesita mucho tiempo de preparación para que absorba todos los sabores, que se impregne para que cuando se cocine quedé en el punto justo. 

Charlotte estaba un poco más paranoica de lo normal, Felipe se había desaparecido por uno buen tiempo, suponemos que algo planeaba y sin duda era ir contra mí, engañar mi familia, etcétera. Ella poco salía de su casa, estaba realmente ansiosa y preocupada. Ni siquiera iba a los salones de belleza ni a los spas, sino que las pocas veces iba era si caso al casino para verse con Robson.

No sé si lo que temía era que Felipe se hubiese salido del camino o es que el próximo fraude que iban a ejecutar le preocupaba. Sin duda el hecho de que saliera cada cierto tiempo información cada vez más profunda sobre el fraude del puerto, ayudaba.

Mis amigas, que tenían la agencia de comunicaciones, habían estado ayudándonos a que salieran detalles aquí y allá, mencionando  hasta en las cosas más sencillas, en artículos de sociedad, en temas gubernamentales, asociándolo con políticos y figuras importante de la ciudad, tanto como en artículos más simples. Pero era como una gotica que caía y caía.

La cuestión se veía mal, muy mal, hasta para el ciudadano común que no sabía del puerto, estaba totalmente enterado del fraude y resonaba el nombre de todos aquellos que ya habíamos metido en la cárcel y un tal Robson, que parece ser un enigma.

Algo ridículo pues evidentemente todos lo sabían, o al menos los empresarios y las personas involucradas en los negocios de la ciudad, pero solo sabían qué simplemente era alguien que estaba en la sombra, sin nombre concreto... Hasta ahora. 

Después de nuestra tarde abrasadora en ese evento, mi francesito estaba muchísimo más tranquilo. Sabía que evidentemente no tenía yo nada con Phil, y que lo nuestro seguía más vivo que nunca. Vivo no, vivísimo. Nada más de pensar en ese baño, creo que pueda empezar a transpirar tranquilamente. Y pensar que tuve que salir de ese baño, intentando arreglarme como pueda, sonrojada y con cara de tonta.

Por supuesto que Phil se dio cuenta de que algo pasaba, pero yo solo mencioné algo como que había empezado a sentir rara, finalmente me sirvió de excusa para salir del evento, pero mientras estuve veía la cara de satisfacción de Baptiste a cada momento. 

En estos días él estaba muy concentrado en hacer el cierre de las últimas obras que quedaron en su exposición, y yo le dije que se abocara en eso, y que yo lo iba a tener al tanto.

Él sabía que la próxima fase iba a ser complicada, y por supuesto se ofreció a ayudarme de cualquier manera. Pero por nada del mundo yo lo quería involucrado aquí, mientras más lejos estuviera el de todo esto muchísimo mejor, sobre todo porque las cosas se empezaban a poner difíciles, más.

Así que cuando le dije que iba a estar en una operación súper secreta, me agarré de eso, le dije que por seguridad él no podía saber nada. Por supuesto que gritó, pataleó, y se quejó infinito, pero era lo mejor, además esta vez y vamos a implicar a la policía, lo que quería decir que todo se está volviendo más serio, pero a la vez me sentía más segura, no éramos nosotras contra el mundo, teníamos algo de ayuda legal.

Puesto que mi objetivo sin duda era meterlos tras las rejas, para mí no había venganza sin justicia. Yo sabía que mientras más me acercaba mi plan, más las cosas se iban a poner peor. 




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