Venganza Millonaria

Capítulo 57: Necesidades

Baptiste

Sabía que algo iba mal, terriblemente mal. Mon coeur me decía que estaba todo bien y que iba a ir a chequear a Caro, luego me escribió que iba a dónde Greta, todo parecía muy desordenado y poco o propio de ella y por más que yo le preguntaba me decía que estaba todo bien. Pero ya habían pasado varias horas y yo no tenía noticias de Moni. Algo me decía que la cosa iba terriblemente mal. 

No lo dudé ni un segundo y tomé el auto y fui directamente a casa de Greta, quién además parecía estar ignorando adrede mis llamadas, algo poco usual, mucho menos cuando ella sabía que ya me preocupaba terriblemente por su amiga.

Mi corazón empezó a acelerarse aún más cuando Caro parecía estar en el limbo, no tenía noticias de ella desde hace casi un día, cómo no respondía mis mensajes, y luego definitivamente apareciendo como no enviados. Hasta le había dicho que había preparado algo de comida y nunca me respondió, algo totalmente inusual. 

Tenían un plan y lo estaban llevando a cabo sin decirme, era lo único que podía pensar, me habían sacado nuevamente su plan, de su venganza. Lo odiaba, pero entendía que Monique estaban bajo muchísima presión. No teníamos respuesta de sus enemigos y había una extraña calma, esa calma antes de la tormenta, lo cual es una sensación peor que tener el infierno desatado.

Pero en cuanto llegue a casa de Greta veía como ella y Matt salían corriendo básicamente, se apresuraban en la entrada a recibir al hermano de Greta, Taylor y veo también a Patricia qué no aparecen entender nada, pero me da la impresión de qué vinieron para quedarse en su departamento incluso con su pequeña niña que ha nacido hace poco. Algo me decía que tenía que ver con qué ellos iba a cuidar al pequeño Gustav.

Y mi alerta empeoró, esos recién convertidos padres no dejarían ese bebé por casi nada del mundo. Era obvio que en manos de su hermano y de Paty iba a estar completamente seguro, pero todos parecían profundamente angustiados como si fuese una decisión de último minuto. 

Afortunadamente, nadie me ve mientras yo los observaba a lo lejos, sería muy raro que alguien me identificará aquí. Tenía la impresión de que todos evitaban que yo me enterase, lo cual solamente podría significar una cosa... Algo le había pasado a mon amour.

Y mientras yo apretaba el volante entre mis manos con mucha fuerza me dispuse a perseguirlos. Era de madrugada y había muy pocos autos en la autopista, así que mantuve una distancia segura. 

Cuando llegamos luego de varias vueltas me di cuenta de que estábamos en el puerto, ese dónde hubo un gran problema de malversación de fondos que llevó a Monique a la quiebra. Por unos minutos me quedé afuera sin entrar al lugar, quería primero cerciorarme de que no estaba metiendo en otra cosa, todavía cabía la posibilidad de que todo esto fuera un malentendido. 

Hasta que de repente vi como ellos entraban a la fuerza a un contenedor, y minutos después salía Matt cargando una Caro que parecía inconsciente. ¡Mon dieu! Nada bueno puede ser esto, así que tomé mi auto y me acerqué al contenedor y de repente la vi.

Mi Monique... Temblaba y observaba con angustia a Caro mientras Greta la sujetaba, colocando un brazo en sus hombros. De alguna manera ella supo que era yo quien se acercaba, y corrió hacia mí. Cuando la tuve en mis brazos sentí que algo horrible había pasado, pero que ya estábamos mejor. 

Monique se sujeta a mí con desespero, arrugando mi camiseta entre sus dedos, llorando de forma desconsolada mientras yo la abrazaba, acariciaba su cabello, y La levanta del suelo y mis brazos 

—Tranquila mon coeur estás en mis brazos... Estás segura, sana y salva conmigo... Yo no dejaré que nada te pase ¿Está bien?—  le digo. 

—¡Baptiste! ¡Gracias a la diosa! Mi hermano me dijo que nos esperaba en el hospital, vamos a llevar a Caro, lleva también a Moni, solo para estar seguros—  dice Greta y yo asiento. 

Cargo a mi amor y la dejó en el asiento de al lado, le colocó el cinturón de seguridad mientras veo que sigue temblando. Veo su cara en el amanecer que ya acontece, tiene algunas heridas y la cara bañada de lágrimas. 

Mon amour... Estás herida ¿Te duele algo?—  le pregunto Y ahora yo tiemblo solo de pensar que ya sufrido y yo estado lejos sin poder ayudarla. Le aparto el cabello y veo rosetones en su cara como si lo hubiesen golpeado, ella me enseña y sus manos también tienen arañazos y como si lo dicen amarrado, pero pareciera que no puede ni hablar del estado que está. 

—Tranquila te llevaremos al hospital y atenderemos a Caro ¿Está bien?— - le pregunto y ella asiente. Cuándo voy a cerrar la puerta y ya me toma de las manos con angustia. 

—No me dejes...por favor— - me susurra y yo acarició su rostro con cuidado. 

—Estaré aquí a tu lado mon coeur... No me iré lejos, nunca más— - le digo y ella asiente. En segundos estoy detrás del volante de nuevo, y tomo con cuidado la mano de ella para que me sienta cerca. Le doy un poco de agua y rezo porque se quede durmiendo en el viaje. 

Cuando llegamos a al Northwester Penn Hospital en el centro de la ciudad, Monique ha tomado un pequeño descanso y parece más tranquila. Greta y Matt están a unos pasos de nosotros ya entrando cargando a Caro.




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