Venganza Millonaria

Capitulo 61: Subasta

Caro

Esto es malo... Muy malo. 

Es la única frase que vengo repitiendo desde ayer, justo en el momento en que Moni no me respondió ni un solo más mensaje, y para remate Baptiste tampoco. Me encantaría pensar qué es que ellos se han escapado para tener una mini luna de miel, pero mi amiga no haría eso, menos en un día como este en donde la gala va a ocurrir en pocas horas. 

Cómo si eso no fuera suficiente, luego de forzar la cerradura del departamento del francés, me encontré con un caos. Pocas veces había conocido yo a un hombre tan pulcro y cuidadoso con sus cosas, era hasta extraño contrastando con su personalidad de artista. Pero este hogar sencillo y bien adecuado, ahora parece un caos. 

En la sala parece que hubo una lucha, y mientras Greta se tapaba la boca del susto, yo simplemente me arrodillaba y de ahí de los movimientos. Sí, aquí una pelea sin duda y todo me olía a Robson. Nuestro primer pensamiento es que tomaron a Baptiste para callarlo hasta que se hiciera la venta. Quizás sospecharan de que él sabía algo… o lo temían, no lo sé.

—¿Sabrán de los planes de Moni, de la venganza?— preguntaba Greta cada diez minutos.

La rubia era una de las mejores investigadoras qué he conocido, pero siempre detrás de una computadora y junto a su esposo. Y ahora con el pequeño Gustav... Las cosas se complicaban. Pero yo me había quedado sola de repente, y aún teníamos esa entrada que nos había dado el amigo de Baptiste. Se había una forma de ayudar a Moni y a Baptiste... Era seguir con nuestro plan e ir al evento. 

Greta era mi mejor opción, puesto que ella tenía obras de Baptiste por montones y de artistas nuevos, si alguien sabía algo de arte y podría pasar por una compradora, era ella.

También solía ser una mujer con un buen porte, y yo estaba segura de que ella iba a ser lo que se tenía que hacer, como aquella vez que se puso pelear y a golpear al gusano infeliz en la entrada del edificio de su casa. 

Obviamente que íbamos a ir con disfraz, y aquí estábamos. Dos mujeres, con Matt dándonos apoyo desde un lugar cercano con su computadora, ambas con miedo e incertidumbre, ya no enfocadas en la venganza, sino en tener de vuelta sanos y salvos a nuestros amigos. 

—No lo sé Greta. Pero es nuestra última opción, la única de hecho. No tiene sentido ir a la policía, ni tampoco averiguar con nadie más. Solo nos tenemos a nosotras. Lolo está avisada de cualquier cosa y francamente no quiero involucrar a nadie más—  le contestaba yo y ella asentía. 

Veía de repente como sus manos temblaban y yo tragaba saliva, esto iba a ser difícil. No estaba yo sola, no estaba solo mi libertad o mis cosas en juegos. Eran ellos, dos de las personas a las que había llegado a adorar más, sin contar que ponía en peligro a mi rubia amiga. Juro que parecía una pesadilla. 

Greta y yo íbamos con vestidos oscuros, zapatos cómodos y preparadas para la acción. Como ella tenía el cabello corto era muy fácil colocarle una peluca, en este caso castaña, yo me había recogido el cabello y me había maquillado, y podía parecer su asistente tranquilamente. 

No llevamos nada más que nuestro celular, y un micrófono en nuestras orejas para comunicarnos. Por la voz que nos hablaba Matt podía imaginar que él estaba tan tenso como nosotros. 

—Chicas sus credenciales van a entrar perfectamente, ya tengo todo arreglado. Se los suplico por favor... Están entrando en la cueva de los ladrones, cuídense. Estoy aquí con el dedo prácticamente pisado en el número personal del oficial Carlson, ante cualquier cosa rara que vea, lo llamo, sin titubeos—  dice él y nosotras asentimos.

También sabemos que él tiene tomadas parte de las cámaras de vigilancia... Así que alguna manera está también con nosotros. Esa idea me hace sentir mejor, sin duda. 

Luego de pasar la revisión exhaustiva en dónde veía que Greta casi le da un infarto cuando se quedaban observando su credencial por un tiempo que consideramos largo, pasamos la entrada principal para llegar a un lobby.

Luego de que nos revisaron y vieron que no teníamos nada más en nuestras carteritas, no dejaron pasar. El ambiente era extraño, bastante opulento, se podría decir, pero nada que ver con las presentaciones que había hecho Baptiste. También me lo decía Greta... Aquí había algo raro, era difícil de explicar. Parecía todo… exagerado, y a la vez… desorganizado.

Como si cada cosa andará por un lado, la música era muy movida y con alto volumen, había pocos meseros que corrían de un lado a otro, la gente parecía perdida… como digo, raro. 

—Parece que todo está bien... Pero sin embargo... Me parece que es un poco… desorganizado— decía ella. 

—Ujummm….Si esto lo organizó Felipe no me queda la menor duda... ese hombre no debe tener la capacidad de organizar ni siquiera un pícnic—  contestó y ella se ríe, al menos la hice relajarse un poquito. 

—Bien, vamos a mezclar nos un poco y a ver las obras. Circulemos para ver si vemos a nuestros amigos— - dice ella Y así hacemos. 

Y así hicimos por un rato, debo reconocer que yo no entendía nada de esto del arte, solo sentí una extraña sensación cuando pasamos de lejos por la obra falsificada de francesito, esa que yo misma ayude a meter en la caja fuerte de la hora presa Charlotte. Ahora era la más vista.




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