Baptiste
Todo lo que yo podía pedir era no verla, no porque mi corazón no la ansiara y yo la deseara cómo nada en el mundo, si no sabía que podía soportar muchas cosas, pero no que ella sufriera. Me habían golpeado, pateado, gritado y sabía que aaun me faltaban más humillaciones.
El odio que me tenía Felipe era casi indescriptible, se ensañó con cada golpe y patada. Creo que dejó de golpearme simplemente porque sus manos se iban a ver mal en el evento, qué evidentemente tenía esta noche. Uno para el cual tenemos un plan y que ahora no sabíamos que iba a ser.
Había peleado en mi departamento, había intentado soltarme hasta que la piel de mis muñecas quedará totalmente enrojecida y rota, había luchado, mordid y gritaba prácticamente sin éxito. Pero Dios sabe que yo preferiría cualquier cosa antes que ella me encontrara así.
Por unas horas casi que pensé que lo iba a lograr, que quizás este maldito hombre me quería a mí y no a ella, qué de repente quería vengarse y enseñarse conmigo. Que pedirle un rescate, qué pediría dinero, cualquier cosa, y pensé que era mejor así, tenía dinero, eso no iba a ser problema, pero por favor… que no se metiera con ella.
Honestamente no sabía cuáles eran sus planes conmigo, pero no había que pensarlo mucho para darme cuenta que no era nada bueno.
Lamentablemente mi mundo se había venido abajo, no cuando había sucedido todo esto, sino cuando la vi a ella llorando y desesperada, y lo que es peor aún... Aceptando hacer cualquier cosa de lo que este hombre infeliz pidiese, solamente para salvarme. Yo estaba amordazado y no podía hablar, y por más que intenté y ella no hizo lo que yo quería.
Ella a estas alturas conocía mis pensamientos y mis deseos. Pero no me iba a dejarme ahí, Moni tenia siempre ese instinto de lucha. ¿Qué iba a hacer? Sabía que le estaba pidiendo algo imposible para los dos. Pero yo haría lo que fuese por ella.
Me empecé a sentir peor cuando vi que teníamos que ir juntos al evento, observando la manera en que él la tocaba, en que él se acercaba a ella, cómo si ella fuera su propiedad.
Yo solo recordaba la promesa que me hizo mon amour, sabía que fuera lo que fuera ella jamás volvería con él, no importa lo que sucediese. Si yo la estaba pasando mal, no me podía imaginar lo que sentiría ella. En vez de verse glamorosa en su vestido la veía temblorosa y con los ojos hinchados.
Juro que iba a hacer pagar a ese tipo mal lo que estaba haciendo. ¿No puede entender que ella no quiere nada con él? ¿Que él la lastimó de maneras casi imposibles?
Y una vez más nos volvíamos a separar. Odiaba a verla a ella con él, pero odiaba más no saber dónde estaba ella, si él le estaba haciendo algo, si ella corre algún tipo de peligro... Y viendo la situación en la que nos encontrábamos, los dos en contra de nuestra voluntad... Pues no era buen augurio.
Mi única esperanza era que, por un lado, estaba seguro que Caro iba a encontrarnos, rápidamente ella iba a entender lo que había sucedido. Por supuesto que odiaba también la idea de colocarla en peligro, pero aún podíamos salir de esta, de que las cosas salieran bien, de que yo pudiera encontrar una oportunidad para liberarme. Y
eso se debía a que quién me estaba vigilando era Douglas. Las chicas aún no sabían si confiar en él, pero algo me decía que era nuestra única oportunidad, y teníamos que tomar las oportunidades que encontráramos, literalmente estábamos de manos atadas.
Me encontraba yo justamente en un depósito oscuro y húmedo, se escucha a lo lejos ruido y música, supongo que el evento ya ha comenzado y por más que lo intento desde que entramos no ve una forma de escapar, literalmente no hay ventanas ni ningún lugar qué nos permita acercarnos a otro punto.
Sigo amarrado, pero afortunadamente estoy solo no sé si es debido a que Douglas realmente está de nuestra parte o están pasando varias cosas a la vez y nadie está prestando mi atención, en cualquiera de los casos parece ser una mejora de mi suerte.
Yo seguía peleando con todas mis fuerzas contra las ataduras en mis manos era evidente que no me iban a dejar la situación tan fácil, cuando de repente aparece Douglas... Y no estás solo, Caro viene con él.
Ella está en ropas oscuras como siempre, intentando pasar desapercibida. Inmediatamente supongo que debe de haber tomado la invitación qué me dio mi amigo y haber venido por su propia cuenta. ¡Que alivio!
—Oh francesito… ¡Que alegría verte!— Me dice ella y realmente su voz escucha emocionada, aunque me da una mirada que supongo que no me debo ver nada bien.
Cuando me quita por fin la mordaza y mientras pelea con las cuerdas en mí yo aprovecho de enterarme de todo lo que ha estado sucediendo.
—Caro… estaba tan preocupado pro nosotros ¿Viniste sola? ¿Dónde está Monique? ¿Qué está sucediendo?— pregunto todo de una sola vez.
—Vine con Greta y Matt está al tanto de todo lo que sucede, Moni ya sabe que estamos aquí y está atenta... Y en cuanto a lo que está sucediendo, es difícil de explicar creo que aún no sé a ciencia cierta. Cuando me vine escuché un tumulto y un ruido... Felipe está más desquiciado que nunca, y algo me dice que el evento se le está saliendo de las manos. Eso puede ser una buena noticia y también puede ser una mala. Es nuestro momento para huír sin duda y acabar con esto de buena vez... — dice ella parándose en frente de mí mientras yo, paso mis manos por mis muñecas y toco mis piernas que debe estar ya entumecidas.
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Editado: 19.02.2023