Capítulo 69: Cierres

Monique

—¿Dónde está Caro?— me preguntó a cada momento y Greta y Matt lo mismo. Habíamos sido llevados al hospital para que chequearan que estuviéramos bien, pero era obvio que, aparte del susto y del estrés de los últimos días que habíamos tenido, estábamos bien. 

Greta me contó de lo que había sucede en las últimas horas y de como ella había hecho el plan junto con Caro, involucrando inclusive a su propio hermano, Taylor, que era médico y que junto con su esposa habían estado cuidando del pequeño Gustav. 

También me dijo que en cuanto Phil les hizo una seña, ella se habían escapado, exactamente siguiendo las indicaciones que al parecer había dado Douglas. Finalmente, el calvo parecía ser nuestro aliado, y las chicas habían salido sanas y salvas. Pero por más que buscábamos, no teníamos razón de nuestra pequeña amiga. 

La realidad es que no podíamos hacer muchas preguntas a la policía, puesto qué, tal como dijo Greta, Caro iba con otras intenciones. Ella literalmente temblaba en los brazos de su esposo, diciéndome que tenía terror de qué Caro hubiese ido a buscar a Robson. 

Era un enfrentamiento del cual nada podía salir bien. Yo misma qué me había enfocado tanto en la venganza... prefería dejarlo por el momento, ya habían pasado demasiadas cosas... y parecía mentira, pero esa sed de venganza también había disminuido. 

Son las cosas que suceden luego de ver a tus amigas y a tu propio enamorado en una situación de vida o muerte, con una arma apuntándoles. Pero por más que preguntábamos no teníamos noticias, y francamente temíamos lo peor. 

Aprovechando que estamos en el hospital y decidimos ir a averiguar el estado de  Phil. Él parecía estar en operación, pero nos habían dicho que su situación, dentro de todo, era favorable.

Mañana mismo sería pasado a una habitación luego de estar en observación por unas horas, así que francesito y yo nos fuimos a casa, para bañarnos y descansar, no sin antes pasar por el departamento de Caro, para constatar que evidentemente ella no había ido ahí. 

Yo había caminado parte de la ciudad por todos lados para buscarla, a la pizzería dónde iba, atenta a las casas de las chicas. Cada una ha estado pendiente, Lolo había ido a la dirección del departamento que parecía ser de ella... Nos preocupó aún más cuando nos dijo que había encontrado un pequeño desastre, además de un algunos soñar con sangre. 

Rita y Richard estaban que lloraban, Greta y Matt buscaban por todas las cámaras de seguridad por todas partes. Pero no había señales de ella. Baptiste misma había hecho otro recorrido hoy temprano, sin éxito. 

Al día siguiente, encontramos a un Phil despierto y rezongando de su situación. Debo decir que de todos los desenlaces jamás imaginé a él salvándonos la vida.

Porque eso es lo que él había hecho, Felipe había llevado su locura al extremo y había tentado contra nuestras vidas. El hecho de que él le hubiese seguido al juego al gusano infeliz, había decidido todo nuestro favor. 

—Aliado...— le digo en lo que entro a la habitación, viéndolo con una sonrisa. Se ve un poco pálido y muy diferente a su usual forma de ser, en un simple camisón de hospital, acostado y sin poder mostrarse como el hombre todopoderoso que siempre parece ser. 

—Mi maravillosa aliada—  dice viéndome con una sonrisa. Aun así con todo de su estado, sigue viéndose como un hombre muy diferente al resto, especial. 

—Los doctores me han dicho que vas a salir de esta, y que tuviste mucha suerte... especialmente de que Felipe no fuera tan bueno disparando, cómo no es bueno en muchas otras cosas— le digo y ambos nos reímos un poco. Él se sostiene el abdomen con una expresión de dolor. 

—No me hagas reír Moni— dice él con una sonrisa triste. Yo me acerco a él y le tomó la mano, acariciándola con cariño.

Creo que es primera vez que realmente muestro un genuino interés y aprecio por él. No hay mentiras, no hay suposiciones ni poses, esto es real.

No es que yo no lo haya apreciado antes, es simplemente que siempre temí que él lo interpretara como otra cosa. Phil Heller me agrada y le estoy inmensamente agradecida. 

—Lo siento... ¿Necesitas algo?— le pregunto, tratando de acomodar las almohadas de su cama. 

—Te agradecería eternamente si me contases un poco de lo que sucedió después y cuál fue el final de tu exnovio ridículo—  me dice con esa expresión siempre de sabelotodo que tiene y yo sacudo la cabeza riéndome.

Luego de comentarle un poco los sucesos después a que se lo llevaran, explicando además la entrada de Dominic y todos los demás altercados, procedo a darle un poco de información de la rata de alcantarilla. 

—Como ya te diste cuenta y después de todo lo que te he comentado, es lógico suponer que Felipe estaba mucho más desequilibrado de la cabeza de lo que todos pensamos. Y créeme que nosotros ya teníamos una idea de que él estaba muy mal. Dominic dice que seguramente sea llevado a un centro psiquiátrico, dónde probablemente pasa el resto de su vida. Él nos comentaba que hasta ahora seguía repitiendo cosas como loco... está paranoico, y no asume la realidad de su situación— digo yo y Phil asiente. 

—Yo... estuve hablando con él desde hace unos días, y puedo dar testimonio de que realmente su salud mental había empeorado bastante. Lamentablemente, no puedo sentirme empático con su situación... puesto que me ha traído hasta aquí. Y ha hecho cosas tan horrendas que se merece eso y más— dice él.