En esta nueva semana de búsqueda, durante algunos almuerzos, nos pusimos a hablar del tema y de muchas situaciones que podrían ocurrir al conocer, posiblemente, a mis progenitores. Muchas de esas situaciones ya me las imaginaba, aunque hablar del tema me sacaba alguna que otra lágrima.
El lunes fue extraño, porque me preparaba para mis exámenes, tenía mil cosas en qué pensar y, además, contraje un virus estomacal del cual aún me estoy recuperando.
El martes fue más tranquilo que los otros días. De igual forma, tuve clases por terminar y también me puse a ordenar el desastre de mi habitación. Además, revisé el correo en espera de la respuesta sobre la solicitud que envié a la fundación.
El miércoles y jueves no pasó nada muy importante. Lo único bueno fue que recibí el correo para poder hablar con la abogada el viernes. Aparte de eso, el día transcurrió con normalidad, aunque por la tarde-noche tuve que viajar a la ciudad.
El viernes me sentía nerviosa, emocionada y feliz porque iba a empezar este paso algo complicado.
El sábado y el domingo fueron bastante normales. Salí a visitar a mi familia y jugué con algunos amigos a través de Discord. Hablamos de muchas cosas, y entre ellas surgieron algunos temas delicados. Ellos me contaban sobre sus familias, y yo les contaba algunas cosas sobre cómo me sentía en ese momento.