Familia y amigos

¿Apoyo? Para este tipo de procesos es importante tener compañía y saber en quién confiar para buscar un soporte emocional, además del equipo que está detrás brindando ese apoyo.

Las primeras personas a quienes se lo conté fueron mis padres. Nos sentamos a hablar, y yo siempre les mostraba mi interés cada vez que surgía el tema. Les decía que tenía curiosidad por saber si tengo otros hermanos y quién fue la mujer que me dio la vida, para agradecerle la oportunidad de estar con una familia que me ha cuidado, me ha dado amor y la mejor educación. También me dio la oportunidad de pertenecer a una familia grande y maravillosa.

Después de mis padres, está mi hermano, que se enteró durante un almuerzo. Aunque no quería que lo supiera, ahora me da un poco igual. Al final de cuentas, sé que, de alguna forma, le importa.

Y, por último, están cinco de mis amigos más cercanos.

Dos de ellos son pareja, y suelo hablar con ellos cada dos semanas, ya que tienen hijos y siempre me muestran su apoyo. Luego está el hermano de uno de ellos, con quien hablo más a menudo. Siempre que sale el tema, me apoya y me da ánimos a la distancia. También está otro amigo que me apoya de una manera especial: me anima con bromas, palabras de aliento y trata de distraerme cuando me siento mal.

Por último, está mi mejor amiga desde hace aproximadamente diez u once años, quien siempre ha estado allí cuando la necesito. Me siento cómoda con ella, ha estado a mi lado en los buenos y malos momentos, y me siento feliz de tenerla en mi vida.

¿Por qué no se lo he contado al resto de mi familia? No es porque no los quiera; todo lo contrario, los amo. Pero hay cosas que evito comentarles, creo que por miedo. Quizás no encuentre el apoyo que busco, o tal vez no sepan cómo brindármelo.