Estos días han sido de todo un poco... Se me olvidó mencionar que ya firmé todos los documentos restantes. No me esperaba que fuera tan rápido. Estaba sentada en casa de mi abuelita cuando me sonó el teléfono. Yo sabía de antes que la abogada estaría de vacaciones, así que la verdad no esperaba que me diera la noticia de una resolución preliminar tan pronto. Esa noticia me alegró muchísimo.
¿Y qué estuve haciendo durante ese tiempo? Primero que nada, llegó un amigo de mi papá. Venía a pintar un mural en el lugar donde trabaja mi padre. Esos días dormí con mis padres porque le presté mi habitación, ya que era la única completamente armada. También ayudé a pintar, y todo eso fue antes de que mis padres se fueran de viaje y yo me quedara en casa de mi tía por las noches.
Durante todo el tiempo que mis padres estuvieron fuera del país, yo estuve con mi tía realizando trámites. Además, pasé casi todas las tardes en casa de mis abuelos. A veces llegábamos después de almorzar, tras haber hecho algunos trámites. Lo que más disfruté fue sentarme al sol mientras charlábamos y, al volver a casa, cantar juntas. Antes de dormir, veíamos alguna telenovela. Fue una semana complicada, pero buena.
Otra cosa que me animé a hacer fue abrirme con otras personas. A la primera tía se lo conté durante la cena en una fiesta. A la segunda tía, quien me sorprendió con su reacción, parece que ya lo sabía, aunque yo no lo había comentado con nadie. Eso me ayudó mucho. Y por último, se lo conté a otra tía cuando la vi uno de los días que estuve con mis abuelos. Después de eso, sentí que me quité un gran peso de encima.
Lo triste de la semana fue que me dio pena salirme de un grupo donde uno de los profesores que admiro mucho da clases.