Cuando uno empieza estos procesos, hay que tener en cuenta dos cosas importantes:
El apoyo (familia, amigos, psicólogos).
Las emociones.
El primer punto es importante porque ellos serán quienes te acompañen cuando necesites hablar con alguien. Es un proceso complejo y dependerá de la situación de cada uno. Esta puede ser social, profesional, práctica o informativa, según lo que se necesite. En mi caso, siento que es importante la ayuda y apoyo de la fundación (realizan un seguimiento en todos los aspectos y brindan un gran apoyo socioemocional, entregándote herramientas), de la familia (que ayuda mucho dando consejos, mucho amor y acompañándote en todo el proceso) y de los amigos.
El acompañamiento y el apoyo son algo muy importante. El segundo punto importante son las emociones propias: miedos y dudas que puedan surgir en el camino. Puede haber momentos en los que te preguntes muchas cosas y llores por todas las emociones que experimentas, lo cual es difícil de gestionar. Por esa razón, la labor del primer punto es fundamental.
Pronto pensaré en cómo me siento y en escribir una carta si tengo la posibilidad de entregársela.