Capitulo 1. El primer dia de las vacaiones de verano

“Hoy día 23 de Junio del año 2017, un viernes a las 11:49 de la mañana, vamos rumbo a nuestro sitio favorito, el camping XVII, literalmente se llama así”.

—Elisa: ¿Puedo preguntar, por qué siempre que te veo, estas escribiendo?

—Irati: ¿Es que te molesta?

—Elisa: No directamente…

 “Esta es mi hermana menor, Elisa Leiva, tiene 18 años recién cumplidos y ya se cree con derecho a decir lo que quiera…”

—David: ya llegamos.

“Ese que mira por la ventana es mi otro hermano menor, David, cumplirá 17 este octubre”.

“Siempre he querido tener aventuras como mis libros favoritos, pero nunca ocurre nada, me pregunto si este año también será así…”.

—Irati: Volvemos enseguida—Dijo cerrando la puerta del coche negro.

“Alexander y Pamela Rangel, mejor conocidos como Alex y Pam, de 15 y 12 años de edad. Hijos de Julio J. y Aurora”.

“Georgina Lillo, de 16 años, hija de Toni y Anna, tiene un hermano menor llamado Nicolás”.

“Aarón Blasco, de 15 años, hijo de Ernesto y Maria Jose, tiene una hermana mayor llamada Yolanda”.

“Leonardo Fonseca, mejor conocido como Leo, de 13 años, hijo de Juan Ramón y Sonia, tiene un hermano menor, Mario”.

“Daniel Villarroel, mejor conocido como Dani, de 14 años, hijo de Xavi y Elizabeth, hijo único, pero tiene una prima menor llamada Diana que también viene al camping”.

“Molly Donoso, de 12 años, hija de Jordi e Isabel, es hija única”.

14:51 del medio día.

Tras haber comido se dirigían hacia un escondite, bueno, antes lo era, detrás de los primeros baños públicos, había un especie de pequeño escenario hecho de ladrillos junto con una puerta de metal, cerrada con un candado oxidado.

Tras construir la nueva piscina, se tuvieron que buscar otro lugar ya que los veían más gente de lo habitual.

—Daniel: Este año el camping ha aumentado un 20% más, así que es normal que no encontremos ningún sitio donde podemos estar solo nosotros.

Cerca de la playa, observaban el mar el cual tenía un brillante resplandor por el sol.

—Pamela: Que calor hace—Pamela se tumbó en la arena de la playa junto con Molly. Quienes llevaban Pamela una diadema verde y Molly un clip azulado.

—Irati: creo que este va a ser otro verano aburrido como el del año pasado, y el otro, y el otro, y el otro y así hasta el infinito—Dijo sentada en las escaleras, al terminar de hablar se tumbó ahí mismo.

—Aarón: ¿Vosotros no tenéis la sensación que nos están observando?

—Georgina: ¿Quien observaría a un grupo de adolescentes que se aburren como una ostra?

—Aarón: No lo sé, es extraño, siento escalofríos.

—Alexander: Bueno el sol está dando cada vez más calor ¿y si nos vamos a la sombra?  Lo digo porque creo que nos dará un golpe de calor aquí.

—Elisa: Bueno, siempre podemos ir a la piscina nueva que han construido—Dijo sentada al lado de Irati quien seguía tumbada con el brazo en la frente.

—Daniel: El primer día juntos y ya nos aburrimos.

—Leonardo: Que aburrimiento.

—Molly: ¡Eh mirad! ¿Qué es eso?—Preguntó Molly señalando algo que cruzaba el cielo.

—David: ¿Es cosa mía o esa cosa viene directo hacia nosotros?

—Alexander: Seguro que es algo interesante—Dijo emocionado.

Todos alzaron la mirada observando lo que venía de los cielos, se acercaba cada vez más a ellos, al estar en una distancia algo más seria, el colgante de Irati brilló.

—Pamela: ¿Es normal que tu collar brille?

—Irati: Yo diría que no, no lleva pilas ni batería—Dijo tocándolo.

—Daniel: Pues me parece que tu collar está atrayendo esa cosa del cielo.

—Molly: Dame el collar, tengo una idea.

—Irati: Ten cuidado Molly, me lo regaló mi abuelo—Dijo dándoselo.

—Molly: No te preocupes—Molly puso el colgante detrás de una roca y ellos se pusieron detrás de otra alejada de esa.

La cosa brillante aterrizó donde estaba el colgante creando una explosión de arena por lo rápido que iba.

—Georgina: ¿Ya está?

—Alexander: Supongo que sí.

—Irati: Mi collar—Irati se levantó y se fue a buscarlo detrás de la roca, no le había pasado nada, como si nunca hubiera pasado eso. La roca se había coloreado de un tono plateado pero no parecía importarles mucho.

—Leonardo: ¿Esta roto?—Pregunto detrás de la otra roca junto con los demás.

—Irati: Esto es muy extraño, no le ha pasado nada—Dijo enseñando el colgante mientras que la arena caía de él.

Los diez se quedaron alucinando, no habían visto ninguna cosa así en la vida. Prometieron guardar el secreto bajo protección y fingieron que eso no había pasado nunca.

17:17 de la tarde.

Los padres de Irati le pidieron que fuera a pedir las pulseras que necesitaban en recepción.

Una vez ahí, escuchó una conversación entre dos recepcionistas. Uno tenía una gorra roja y el otro no llevaba nada.

—Recepcionista 2: Oye, ¿sabes que he oído sobre este año?

—Recepcionista 1: ¿Qué has oído?

—Recepcionista 2: Dicen que este año esta maldito, el XVII se puede considerar esperanza pero parece que este año no está de nuestra parte.

—Recepcionista 1: Oh vamos Robert, ¿no te creerás estas tonterías? Nunca ha pasado nada y no tiene porque pasar nada este año.

—Recepcionista 2: Pero, pero, pero…

—Recepcionista 1: Nada de peros, vamos a esperar clientes.

—Recepcionista 2: ¡No viene ni un alma Roger!

—Irati: Disculpen…

—Recepcionista 1: ¿Decías? ¿En qué puedo ayudarte?

—Irati: Necesito cinco pulseras de adultos, mi parcela es la 2417.

—Recepcionista 1: Muy bien, ahora te las traigo—Dijo yéndose hacia dentro. La recepción se inundo de un silencio algo incomodo hasta que uno de los dos habló.