12:05 de la mañana.
—Pamela: ¿Los habéis encontrado?
—Elisa: Si, pero no os gustará la noticia ¿Y vosotros?
—Alexander: Lo hemos encontrado.
—Leonardo: Pero tampoco os gustará la noticia…
—Georgina: ¿Quién lo dice primero?
—Irati: Va, nosotros primero. Hemos encontrado a Dani pero actuaba muy raro, como si no nos reconociera.
—Pamela: Se hacía llamar Héctor.
—Gemus: ¿Héctor? Pregúntale si saben el apellido.
—Aarón: ¿Sabéis el apellido?
—Pamela: No, no nos lo ha dicho, solo su nombre.
—Gemus: Hace poco murió un hombre llamado Héctor, puede que fuese él.
—Aarón: Si por casualidad fuese él, ¿cómo ha podido entrar en el cuerpo de Dani?
—Gemus: Esta noche os explicare más cosas.
—Aarón: Esta noche hay clase sin falta.
—Irati: Estaba bien. ¿Y vosotros? ¿Cuál es la noticia?
—David: Pues…
—Molly: Diana ha tenido que ser enviada al hospital.
—Pamela: ¿Y eso?
—David: Tenía mucha fiebre.
—Molly: Y sobre los padres…
—Georgina: Sus padres están muertos…
—Elisa: Los han apuñalado, y necesitamos tu libro Irati.
—Irati: ¿Mi libro? ¿Por qué?
—Aarón: Gemus me ha dicho que Georgina puede ver los recuerdos de cualquier persona, en vez de ir al pasado que es más complicado.
—Irati: Voy a ver…—Dijo mirando el libro, siempre lo llevaba con ella, nunca lo dejaba en ningún momento.
—Elisa: Irati ¿Dónde está tu móvil?
—Irati: Ese fantasma de Héctor me lo ha cogido—Dijo pasando las páginas.
—Elisa: ¿Y no te importa?
—Irati: Primero, no se sabe mi contraseña y segundo, esto es más importante que un móvil.
—Elisa: Pero, ¿y si te llaman?
—Irati: ¿Quién me va a llamar?—La mirada de Elisa decía algo que Irati ya sabía por dónde iba. –No me van a llamar—Dijo regresando la vista al libro. —No veo nada, Leo, a ver si lo ves tú, tiene que estar en esta página.
—David: Pero, Pam ¿Tu no podías revivir a las personas?
—Pamela: Si tuviese agua no habría ningún problema, pero no tengo.
—Georgina: Yo te la doy, será por agua.
—Irati: Tiene que ser agua caída del cielo, a ver si llueve y podemos revivirlos.
—Pamela: ¿Cuánto tiempo puede pasar?
—Irati: Un día, 24h. Si pasan más de 24 horas no podrás revivirlos.
—Leonardo: Lo he encontrado. Quieres entrar en su mente ¿verdad?
—Georgina: Iré dentro de sus mentes y averiguare cuanto tiempo llevan así, a ver si no es tarde.
—Leonardo: “La guardiana o el guardián del tiempo tiene que estar al lado de la persona para que el ritual sea más efectivo, pero si no es posible, pueden colocarse si mismos una prenda u objeto de esa persona. Una vez que están colocados, tiene que cerrar los ojos y tocar la frente de esa persona. Concentrarse en su mente y querer ir dentro. Atención, la persona tiene que estar dormida”.
—Aarón: No suena tan difícil.
—Georgina: Lo dirás por ti.
12:43 del medio día.
—Georgina: Muy bien, allá voy—Se puso al lado de Elizabeth, la madre de Daniel, respiró hondo y le tocó la frente.
—Leonardo: ¿Creéis que lo logrará?—Preguntó junto con los demás esperando fuera de la caravana, dentro del avance.
—Molly: Solo hay que esperar—Dijo sentada al lado de Pamela.
—Irati: Hay que hacer un pensamiento chicos, a partir de ahora no podemos pensar negativamente, nuestros pensamientos afectan a nuestra magia—Comentó mirando unas páginas de su libro.
—David: Elisa, tu anillo esta…—El anillo brilló sacando de ahí, el espejo dorado.
—Daniel: Hola ¿me escucháis?—Lo podían ver a través del espejo.
—Elisa: ¡¿Daniel?!
En la mente de Elizabeth, Georgina estaba viendo la escena en el cual, eran las 18:57 de la tarde.
—Georgina: Lo he conseguido, he entrado en su mente.
—Elizabeth: ¿Qué te pasa?—Le preguntó a Daniel, pero como Georgina estaba en medio, por un momento parecía que se lo estuviera diciendo a ella.
—Georgina: ¿Me lo dices a mí? ¿Me ves?
—Daniel: No me pasa nada. Estoy bien—Respondió de espaldas a ella, mirando el cielo desde el avance.
—Elizabeth: ¿Entonces a que ha venido ese grito?
—Daniel: Yo no he escuchado ningún grito—Dijo entrando en la caravana, seguido de Elizabeth.
—Elizabeth: ¡Daniel! Mírame cuando te hable.
—Daniel: ¡Yo no me llamo Daniel!—En ese momento saco su daga que la tenía escondida detrás de él y la apuñaló.
—Elisa: ¿Y bien? ¿Qué ha pasado?—Dijo viéndola salir de la caravana.
13:34 del medio día.
—Pamela: Entonces nos quedan 5 horas y 23 minutos…
—Alexander: Si no llueve pronto…sus padres…
—Daniel: ¿Mis padres que?
—Alexander: Perdona tío, no me acordaba de que estabas aún ahí.
—Daniel: No me digas. Por si no lo has notado, estoy usando mi única herramienta de comunicación, ¡un espejo!
—Elisa: Perdona pero el espejo es muy bonito.
—Daniel: ¡Lo que tu digas, pero quiero mi cuerpo!
—Georgina: Una cosa que no entiendo, Aarón, ¿no se suponía que tú podías ver fantasmas? ¿Por qué no lo has podido ver?
—Aarón: Veo espíritus ya muertos, Dani no está muerto, solo se ha separado de su cuerpo. Esta en otro mundo que coexiste con el nuestro.
—Pamela: Y su cuerpo ha sido invadido por un espíritu muerto ¿verdad?
—Aarón: Exacto, ese Héctor sí que es un fantasma muerto de verdad.
—Irati: Aquí hay una solución, aparte de tus padres, que eso tenemos que esperar a que llueva. Para tu problema Dani, aquí dice que tu daga también puede dividirse ¿La tienes?