Capitulo 12. ¿Qué aprotamos al grupo?

12 de Julio del 2017

11:11 de la mañana.

En la caravana de los Rangel…

—Pamela: ¿Y realmente qué sabéis de la historia?

—Aurora: Sabemos el inicio de vuestra existencia.

—Pamela: ¿Pero cómo?

—Aurora: Es una historia verdaderamente curiosa que será contada en otro momento.

—Pamela: mamá...

—Aurora: Oh, ¿ya estas mejor?

—Pamela: ¿Eh? Oh, no, me duele—Dijo dramáticamente tumbándose en su litera.

—Aurora: Ya…

En la parcela de los Donoso…

—Molly: Entonces, cuando os creísteis lo de San Juan, en verdad...

—Isabel: ¿Lo sabíamos?  Por supuesto, no queríamos deciros nada hasta que las pruebas fueran definitivas, pero si, no nos creímos lo que nos habíais dicho. 

—Molly: Que vergüenza…—Pensó poniendo una falsa sonrisa.

En el avancé de los Blasco…

—Aarón: ¿Cuando me diréis la historia? vuestra relación con todo esto. ¿Tenéis poderes? ¿Sois médiums como yo?

—Maria Jose: Acordamos que la historia no la diríamos aún. No somos médiums, como supongo que te ha dicho Larry, tu poder médium ha sido porque eres uno de los elegidos.

—Aarón: ¿Pero vosotros podéis verlos?

—Ernesto: Solo lo vimos una vez en tu…—Maria Jose le dio un codazo para que no se fuera de la lengua. —Perdona, eso no puedo decirlo.

—Aarón: Aigh ¿y por qué no?—Dijo sentándose en una silla.

—Maria Jose: Lo siento, pero tendrás que esperar como el resto.

Paseando por la pequeña playa, Irati estaba haciendo vueltas a sí misma, riendo con los brazos extendidos.

—Derek: ¡Irati!—Grito tras aparecer de repente detrás suyo.

—Irati: ¡Aaaah! ¡Derek! Me has asustado.

—Derek: Te tengo que decir algo.

—Irati: ¿El qué?

—Derek: Gemus y Gémina… ¡No son lo que tu…!—Dejo de hablar al no saber cómo decídselo.

—Irati: ¿No me habías dicho que no los conocías?

—Derek: Yo… No son lo que tú crees.

—Elisa: ¡Irati!

—Derek: Me tengo que ir.

—Irati: No espera, pero dime qué pasa.

—Derek: Te lo contare más tarde.

—Irati: ¡Pero Derek!

En la base secreta, dentro de la puerta plateada, estaban Gémina y Gemus conversando.

—Gémina: ¿No será muy repentino? 

—Gemus: No tienen más días y nosotros no tenemos mucho más tiempo, deben dar un informe antes de mañana.

—Gémina: Pero seguirán cansados.

—Gemus: Gémina, han descansado un día entero, es momento de demostrar lo que han aprendido ¡Llamada de almas, responded a  la llamada Evaluadores!—Conjuro.

—Raisa: Habéis tardado en llamarnos ¿eh?

—Gémina: Hemos tenido varios problemas.

—Gemus: Dejando de lado eso, ¿qué os parecen?

—Ozú: Parecen decididos, no lo voy a negar.

—Gemus: Tú nunca estas contento ¿verdad Ozú?

—Ozú: Solo digo que son muy jóvenes para tener esa responsabilidad.

—Radísela: Sí que son muy jóvenes,  pero los eligieron a ellos.

—Ozú: ¿Pero tú has visto el mío? ¡No tiene ni 16! Y ya no te cuento esas dos niñas de Arna y Nadia. 

—Nadia: La mía está muy bien gracias, creo que tiene posibilidades—Respondió con los brazos cruzados.

—Arna: La mía también, Pamela es muy alegre, aportará mucho.

—Ozú: Si, eso todos contra mí.

—Gemus: Además, tengo entendido que este año cumplirá los 16.

-Gémina: Es que a caso no confías en Alex ¿Ozú?

—Ozú: No es eso...

—Sabia: Estas preocupado por él.

—Ozú: Claro que lo estoy, soy su evaluador. 

—Sabia: Creo que es mucho más que eso.

—Ozú: Solo he hablado con él dos veces.

—Sabia: Lo que tu digas. 

—Larry: Este será el primer examen que tendrán. Espero que lo aprueben.

—Brucie: Tenemos que dejarles hacer, no podemos esperar más días.

—Gemus: Entonces, empezaremos cuanto antes.

19:30 de la tarde.

Todos estaban reunidos bajo el gran árbol del camping lo cual estaba delate de la entrada.

—Alexander: ¿Te han dicho algo los gemelos?

— Aarón: No, hoy no los he visto.

—Georgina: ¿Por qué tengo la sensación de que nos ocultan algo?

—David: ¿Por qué piensas eso?

—Georgina: Porque desaparecen si no ¿eh? Aquí hay algo que no me cuadra.

De repente, una persona con una capa color violeta oscuro salió corriendo del supermercado, pasando por delante de ellos como si tuviera la intención de llamarles la atención.

—Hombre: ¡Ladrona!

—Georgina: ¡Eh tú! ¡Espera!—Siguió a la persona responsable de robar en el super mercado.

—Irati: ¡Georgina espera! Vamos.

—Pamela: Irati…—Pamela había sido empujada y se había rascado con las piedras que estaban en el suelo. Georgina tenía la sensación de que estaba por los baños de chicas…

—Georgina: No puede haber ido muy lejos… ¡Aquí estas!

—XX: El tiempo puede ser tu peor enemigo. ¡Reloj de arena!

—Georgina: ¿Por qué haces esto? ¿Quién eres?

—XX: Las preguntas serán respondidas si consigues salir de aquí.

—Georgina: ¡No! ¡Espera! ¿¡Que haces!?—Preguntó nerviosa dentro de un reloj de arena gigante.

—XX: La arena caerá más rápido si te pones más nerviosa, no lo olvides—Advirtió desapareciendo delante de ella.

—Georgina: ¡No! No puede ser, ¡no!—Georgina estaba atrapada en un reloj de arena, perdió los nervios y no se le ocurrió romperlo con la espada. En el baño de chicas, Irati y las demás vieron a Georgina que estaba casi sin oxigeno atrapada en la arena que caía poco a poco.

—Irati: ¿¡Georgia!?

—David: Tranquila, te sacaremos de ahí—Utilizó la espada contra el cristal, igual que Alexander con su hacha.

—Irati: ¡Georgina!—Gritó yendo hacia ella.

—Pamela: ¿Estás bien?