Capítulo 2: Cape Cod
Entre al garaje de la amplia casa, el auto aun estaba un poco caliente. Pero me metí en el asiento del piloto. Arranque de un jalón y pise en acelerador. El motor hizo un ruido infernal, tanto que desperté a todos mis amigos, y mis padres me vieron dar a la fuga desde la ventana. <<¡Gane!, Cape Cód. allí voy.>> pensó en mi mente absorta en que casi estaba cerca de Felipe. Mordí mis labios un par de veces. Mientras los respingos de la emoción, en mi barriga, saltaban por los aires. Así la carretera de regreso a la ciudad para ir al aeropuerto me saco una sonrisa que no podía contener, mientras miraba para atrás, para confirmar que no me seguían y así era, solo la oscuridad me acompañaba esa noche de regreso a la ciudad.
*
—Esos son todos los papeles, señor así que me voy nos veremos luego. —Con una señal se fue por la moto que había dejado aparcada en la carretera— Voy a irme, es un poco tarde para estar por ahí, —miro a la luna llena que estaba en el cielo— Además el señor Vicente me debe estar esperando. Un momento ¿Porque demonios estoy hablando solo? Voy a acabar como los de las novelas, ¡Ha! ¡Ha! El chico prendió la moto y se fue por la carretera de regreso, pero decidió tomar un atajo que lo iba a llevar más rápido a su destino.
La moto de Sebastián iba a 100kilometros por hora. El ruido de la moto hizo que algunos animales se esparcieran por la calle principal. Mientras tarareaba una canción de algún rapero español… acelero más, mientras que esquivo una vaca que estaba en el camino, esta se quitó y con una carrera se fue a la carretera, mientras que Sebastián hacia eses por la inestabilidad de la moto.
Al final de un golpe freno la moto, casi saliendo volando por los aires, miro atrás mientras subía la escotilla del casco. Se preguntaba si había hecho daño a alguien, Trago saliva y bajo de la moto, para revisar si había algún accidente. Camino unos pocos pasos a la carretera, y miro a los lados, viendo quien estaba. Pero para su suerte no había ni un alma. Solo la vaca, que no se molestó en regresar al caminillo real. Sino que la dejo en la carretera.
Giro sobre sus talones y regresó al caminillo para buscar la moto mientras que pensaba que la vaca regresaría cuando le diera la gana. Así que dio con ignorancia unos pasos para ir a casa