Capítulo 6: Un dulce
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Había pasado dos días y Sebastián no venía a verme, me tenía preocupada, pero tal vez solo fue que estaba trabajando tanto que no podía venir, pero aun así estaba calmada, tampoco es que tuviera competencia en ese pueblo, sabía que yo era la más linda de esa región.
Mis dedos impacientes subían y bajaban en la mesilla de lectura que estaba a un lado de la mesa, únicamente me levantaba para pegarme a ver una película o para leer alguno de los muchos libros que tenía en ese cuarto, mis padres me quitaron el teléfono, y además me prohibieron salir de casa después del incidente.
Estaba sola en casa, mis amigos habían salido con mis padres a una excursión a las montañas. Con unos conocidos del pueblo, mis padres tenían muchos amigos en esa pequeña villa, ellos me iban a traer algún recuerdo de las amplias y solitarias montañas, yo por mi parte no iba a ir ese verano, ya que para que me quitaran el yeso de la pierna tenía que esperar al menos dos meses. Estaba condenada a mirar las letras de los libros que me acompañaban esperando a Sebastián que estaba tardío.
Una pequeña sonrisa se dejó hacer en mis labios cuando recordaba lo mono que se veía Sebastián cuando se ponía nervioso por hablarme. También tenía esos dos puntos en la cara que se le marcaban cuando reía eso me atraía mucho y hacían que me perdiera en un laberinto ese verano tal vez no iba a ser malo, porque cuando pensaba en él, apretaba fuerte mi almohada, y se me producía una chisporroteo en el estómago. Mientras se fundía una dulce sonrisa en la cara.