Capítulo 9: Zack el Joven Hacendado
Que en este caso era mañana a las cuatro de la tarde y con ansias lo esperaría asomada en la ventana.
Mis padres entraron por la puerta grande y en menos de dos minutos, ya los estaba viendo acostados en las camas, y muriéndose de la borrachera que tenían, mi padre solo hablaba de lo grandiosa que era la montaña y que para mí habían sorpresas mañana.
Alejandra estaba más que agotada y subido rápido a la ducha para irse a dormir. Mientras que Pedro ponía a cargar la cámara, porque me tenía que mostrar toda la travesía que habían recorrido según él. “Me iba a sentir como si estuviera en la Montaña” yo solo le di una pequeña sonrisa y después de eso me fui a la alcoba de arriba para pensar en que iba a hacer con Sebastián, que se había metido más en mis pensamientos.
Ya era de mañana y después de haber dormido unas pocas horas, el vómito de Pedro con la resaca de Alejandra solo me decían que iban a pasar el día tumbados en la cama. Mientras que mama, estaba haciendo el desayuno mío y de mi padre. Baje a la cónica y me senté en la mesa, esperando mi omelét de huevo. Por detrás de mí llega mi papa, cargando una maleta gigante, de papeles que tenía que completar.
— ¿Trabajo? Pregunte con una ceja arriba.
—No solo papeleo un poco aburrido.
— ¿Y no van a salir hoy? Pregunte creyendo que se iban a emborrachar otra vez.
—No hoy viene Zack. —Papa se quitó los lentes de lectura— y tienes que vestirte bien.
—¿Quién es él? —Pregunte absorta en el nombre de extranjero que tenía ese hombre— Además ¿porque tengo que vestirme bien?
—Solo hazlo y no me desobedezcas. Y hoy no quiero verte con ese vaquero de cuarta que te salvo.
—No me prohíbas a quien ver o a quien no.