Capítulo 33: Mariana
Mariana sorprendida, hizo una pequeña mueca en los labios, y sus pómulos cogieron un rubor tan intenso que estaba muy roja.
—No digas eso que me haces poner roja—Ella se encogió de hombros.
— ¿ya saliste o aun estas trabajando?
—Me faltan unas que otras cosillas.
—Entonces ve, y hazlas yo te espero allí sentado —Señalo una silla en la esquina de la barra— Te tengo muchas cosas que contar.
—Bueno entonces hare lo que tenga que hacer, y le diré a las muchachas que se encarguen del resto. Zack le lanzo una sonrisa, y con un giro de talones se fue a la barra, donde se sentó y acto seguido agarro su estuche para licores, y dándose un trago espero a su amada.
Unos hombres vestidos de negro también aparecieron en el acto. Sus motos turbaron a la gente, el resto de personas solo se quedaron viendo como entraban los extraños. Uno de ellos se sacó la chaqueta y la tiro a una silla de las muchas mesas, mientras que dejo ver un cuchillo de gran tamaño envainado y llevado en su cintura. Los otros hombres caminaron a la barra central, mientras que uno de ellos dio un fuerte golpe a la barra. — ¿Donde esta Mariana? —Zack miro en el acto y permanecía atento. Una de las camareras se acercó al hombre —Ya viene está ocupada
—Pues que venga rápido, que quiero mi dinero. —el hombre saco una pistola y la pego al cuello de la muchacha.
—Si, pero no dispare por favor, —la chica rompió en llanto— ya se la voy a llamar. La chica aterrada corrió a la cocina buscando a mariana entre sollozos gritos de angustia y temor, La noble chica al saber que su amiga estaba en peligro, busco encima de un estantillo un sobre, Mariana abrió el sobre y conto el dinero que estaba allí depositado, —Diablos. Dijo ella con angustia poniéndose las manos en la cabeza.