Veranoticc

Capítulo 37: Recuerdos

Capítulo 37: Recuerdos

 

Antes de volver a casa, como cualquier día después de una cacería, dio las gracias a la naturaleza, poniendo la presa en el piso, y elevando sus manos al cielo termino de agradecer. Después metió la tira que sostenía la escopeta en su brazo derecho y en la izquierda tomo los pájaros. Dio dos pasos largos y escucho unos gritos de mujeres. El escucho que venia del rio.

Rápidamente corrió por el sendero que marcaba un pequeño caminillo de piedras.  

—¡Ayuda! Gritaba la chica, desconsolada,  amarrada de pies y manos, con dos hombres encima de ella.

Las chicas estaban casi todas atrapadas por los acosadores. Pero la chica que confronto a Zack pudo escapar, corrió entre los matorrales —El mismo camino por el que se había ido Zack—  los hombres perseguían a la chica, casi estaban en sus talones. Las plantaciones no le dejaban avanzar, y se lastimaba con cada paso que daba, clavándose piedras en sus pies, pero no pudo avanzar más. Ella tropezó con una roca que estaba sobre metida en el piso.

Algo detuvo a la chica, ella se sostuvo de un tronco, o algo parecido, no  abría los ojos por el pánico, pero pudo sentir algo suave moviéndose entre ella.

—Oye puedes dejar de abrazarme. La chica al recordar esa voz, abrió los ojos.

—Tu. Ella se desprendió de Zack inmediatamente.  Casi no podía decir palabra.

Unos ruidos avanzaban por los matorrales. Zack miro el caminillo

—¡Ahí esta! —Dijo uno de los rufianes

La muchacha se escondió detrás de Zack.

Él pensaba en que era lo que estaba pasando, pero para que una chica ruda, —o así lo imaginaba— como ella, estuviera aterrada.

—¿Quiénes son ellos? Pregunto Zack.

—¿Ayúdame por favor?

Zack comprendió absolutamente todo, y cargo la escopeta.

—Quédate detrás de mí. Dijo con voz ronca y dominante.

La chica al verse en ese estado, lo menos que pudo hacer, fue quedarse detrás de la amplia espalda del muchacho.

Zack vio al primer hombre. Este traía una navaja en la mano, y un sombrero.

—¿Quién eres bandido? Pregunto Zack al susodicho.

—No es tu problema, niño bonito, apártate del camino esa mujer es nuestra. El bandido apunto con el cuchillo a la chica

—No, pasa por encima de mí. Zack cargo la escopeta,  haciendo un ruido incitador.

Zack apunto al cuerpo del bandido.

—No los mates… Dijo la chica al pie del oído de Zack.

El solo asintió con la cabeza.

El bandido estaba paralizado, no daba ni un paso.  Estaba estático mientras que el otro bandolero llegaba más atrás, para ver qué pasaba. El otro bandolero saco una pistola e intento disparar a Zack, pero el joven se adelantó y apunto a la mano del bandido, y acertó con exactitud. La pistola cayo a tres metros del bandido, mientras que el bandolero se tomaba las manos, por el dolor. El otro bandolero al ver que Zack disparo, se le fue encima con la navaja, intentándolo cortar.

Zack vio el acto del bandolero y con la cacha de la escopeta, dio un golpe fuerte en la quijada del hombre, haciéndolo caer al piso, como un yunque, casi inconsciente, Zack destinando el tiempo, y pensando que los demás hombres iban a venir tomo la navaja y la pistola del sicario. Y los amarro a los dos, de las muñecas, con una cuerda que siempre llevaba en la mochila de caza.

La chica quedo impresionada por la fuerza del joven, a pesar de ser algo bajo y endeble portaba una fuerza descomunal para dejar a un hombre fornido inconsciente.

—¿Cuantos hombres eran? Dijo Zack.

—Como cinco. No los vi bien. Ella se cruzó de brazos.

—Quédate aquí. Cálmate y no dejes que estos dos —Señalo— Se vayan a escapar.

Ella afirmo con la cabeza. Viendo como ese chico se perdía entre la maleza empuñando una escopeta.

Zack avanzo con sigilo entre los matorrales, cuidando de que ninguno de los hombres restantes se dieran cuenta de que estaba detrás de ellos, pero tenía en cuenta que el disparo ya los había alarmado. Cargo la escopeta con otra capsula, después se agacho donde la maleza se iba reduciendo y convirtiendo en lecho del rio. Al final él se acostó en el piso apuntando en dirección del afluente. En posición de caza, apuntando a donde estaban las demás mujeres.

Vio a la distancia, y uno de los hombres tenía una  inconfundible escopeta recortada. Mientras que el otro tenía un revolver, y el ultimo solo un machete. <<Piensa>> Susurro Zack  levemente mientras cerraba los ojos.




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