Veranoticc

Capítulo 38: Sálvame

Capítulo 38: Sálvame

 

Zack dejo a las mujeres en el riachuelo, mientras que cruzo el sendero para ir a por la última mujer faltante. Paso por el caminillo  y a paso lento fue abriéndose paso.

—Oye soy yo no vayas a hacer nada. Grito antes de llegar al lugar, para que no lo fuera a confundir con algún malhechor y terminara tirándole una piedra, y dejarlo más herido de lo que ya estaba.

—Pasa. La chica era muy seria en sus palabras.

—Ya Todos los hombres han sido capturados. Puedes ir con tus amigas. Yo llevare a los hombres con las armas así no  harán nada imprudente.

—Bien, voy a ir con las chicas deben estar aterrorizadas. La chica dio dos pasos y paso por un lado de Zack.

Zack al final de la jornada tuvo que hacer todo el trabajo sucio. Mientras las chicas se ponían algo de ropa más decente, y llegaban las autoridades del pueblo.

—Me llamo Rosa… Dijo la chica estrechando la mano para saludar a Zack.

—Mucho gusto rosa —Estrecho su mano sin delicadeza— soy Zack.

—¿Zack? Alzo la ceja izquierda

—Bueno, me llamo Isaac pero me dicen Zack. Soy el capataz de la hacienda de Don Héctor.

La chica se sorprendió un poco, ella se percató de la herida. 

—Te cortaste, ven déjame  curarte. Rosa estiro las manos hacia el rostro de Zack.

Zack se alejó.

—No espera, estoy bien solo es un rasguño. Yo la limpiare cuando llegue a casa. Voy a esperar a los policías y me iré por la trocha.

—No. La chica puso sus brazos en la cintura.

Zack frunció el ceño.

—Te tengo que ayudar, no me gusta deberle nada a nadie, te devolveré el favor, vas a ir a mi casa.

—¿Porque tengo que ir a tu casa? Pregunto Zack algo cortante.

—Para curar tu herida.

—No me niego.

—Deja lo terco ¡burro!

—Como me dijiste deshonesta. La miro de arriba abajo tratando de decir que estaba desnuda.

—Pues no es por ganas que estoy así —Rosa alzo los brazos mostrando su cuerpo— es porque casi nos violan.

—Bueno, pero no voy a ir a tu casa, después me matas.

—Ni que fuera una psicópata. Mariana estaba al borde de un colapso de la ira. No sabía porque ese chico le causaba tanto enojo en su interior.

—No voy a ir a tu casa. Tengo trabajo que hacer. Zack cortó todo rasgo de amabilidad de su cara. Y con la cicatriz nueva lo hacía ver el malo de la película.

—No te quiero deber nada. La chica también era rígida y no cesaba.

—Está bien pero que sea rápido, además si me duele mucho me salgo de la casa. ¿Quedamos?

La chica afirmo con la cabeza, y dándose un giro de talones regreso a donde estaban las chicas, a ponerse algo de ropa, dejando al cazador ocuparse de los hombres.

La patrulla no tardó mucho en llegar y después de perder algo de tiempo, confesando lo que habían hecho para capturar a los bandidos, —Sin dejar que Zack saliera de la maleza, ocultándose de los policías, porque podrían presentar cargos, por lo que habia hecho— los policías se fueron a la comisaria a tramitar el informe.

Rosa fue y busco al chico en el matorral.

—Sal que nos vamos. Frito desde el rio

—Voy. Repico Zack

Zack Salió de la maleza y saco una ave con el y de dos fuertes zancadas se puso enfrente de ella.

—¿Qué es eso que llevas en la mano? Pregunto Rosa.

—La cena

Mostro el pajarillo.

—¿Te vas a comer un pájaro?

—Si porque no, lo he hecho desde pequeño. De esto —Mostro el pájaro— sale un estofado muy agradable.

—No voy a comer eso, además ¿pretendes llevarlo a mi casa, por todo el camino choreando sangre? La chica mostro su cara de desagrado

—No tardaremos nada. Dijo en su tono más tranquilo

—Vivo como a  cinco kilómetros.

—Llegaremos en cinco minutos.

—¿Me estas vacilando, ni que fueras flas? La chica pensaba que Zack se había golpeado la cabeza.

—Espera aquí.




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