Capítulo 52: El Verano Aún No Ha Terminado…
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Dos disparos se escucharon en una noche de luna menguante en la hacienda del hacienda mejor hacendado.
—Sebastián… Zack en el acto fue al rescate de su hermano, quien había recibido dos balazos en la espalda. Zorro blanco estaba encima del cuerpo de Sebastián intentando dar el golpe de gracias al leñador, pero Zack rápidamente llego por detrás del susodicho y lo empujo con todas sus fuerzas al piso.
La pistola que portaba Fabián fue arrojada por detrás de su cuerpo y cayo a dos metros de distancia de los dos hombres. Sin dar cuartel ni piedad, lanzo golpes al rostro de Fabián, estaba dispuesto a darle muerte con sus propios puños, no solo por haberlo intentado matar en ocasiones anteriores sino por su hermano.
Los golpes estaban más que llenos de furia y cólera. Tanto así que Fabián ya se había rendido, pero él seguía con toda la potencia de sus puños.
Fue entonces cuando entre jadeos de cansancio escucho la voz de su hermano, —No le mates— Escucho en un leve susurro, Zack miro rápidamente a donde estaba Sebastián tirado. Y volvió a mirar a Fabián. Las cosas no estaban bien para el zorro blanco, ya estaba en la ruina y casi muerto con la cara toda ensangrentada e hinchada. Zack dejo el odio de lado, y vio que su hermano estaba herido. Rápidamente llego a un lado de Sebastián para tratar la herida. Las balas habían impactado en la espalda, en la parte superior, casi en la clavícula izquierda. Y el otro un poco más abajo.
Los hombres de zorro blanco también llegaban, estaban por todos lados, la verdad que ninguno quería morir ahí. Así que tomo a su hermano en hombros, y lo fue llevando por un camino algo apartado. Los hombres llegaban como manadas, y con algo de disimulo pudo esconderse entre la maleza de uno de los jardines, con eso desubico a los guardias, mientras cubría la herida de su hermano con un pañuelo, así paso toda la noche hasta llegar a una plantación de café, era una de las haciendas vecinas. Camino toda la noche y el cansancio estaba en sus pulmones. Y sus pies estaban al borde del colapso.
Un pequeño rayo de luz estaba saliendo por la montaña del norte, entonces fue cuando dijo que ya estaba alejado de sus enemigos. Prefería no confiarse y mirar para los dos lados antes de que pudieran descansar. Charlie había perdió la conexión con Zack, en esta ocasión el hacendado más joven estaba solo. Mientras que su hermano estaba sangrando con una herida que seguro lo estaba matando lentamente. Zack trato de cerrar la herida de su hermano, pero al agacharse para revisarla, las piernas le jugaron una mala pasada y cayo desmayado al piso. Sus ojos estaban mas que pesados, y no podía mantenerlos abiertos, mas en uno de sus últimos delirios pudo ver a un hombre, o tan siquiera una silueta masculina, caminando hacia él.