Kazuo
El tiempo pasa volando, aún recuerdo como en el invierno debía correr con la capa a la Biblioteca antes de que empezara una ventisca, dentro nos esperaba el calor agradable que rogábamos con desesperó. Allí nos empezaron a enseñar la teoría antes de siquiera tocar los libros de prueba, horas de escuchar eso era estresante, lo bueno seguía cuando nos dejaban ver a los experimentados en cada tema trabajar y tomábamos apuntes.
En esos ratos prefería ver todo para ir a uno de los viveros a esconderme en un rincón o entre las plantas a escribir en el cuaderno de apuntes. Cada que lo sacaba de la mochila el tacto del cuero rojo con sus relieves me hacía sentir lástima de escribir dentro. El contenido era aún más sorprendente, los textos son impresionantes en la facilidad que es explicado casi todos los puestos que se realizan, algunos datos parecen extraños y dan ganas de intentarlo en algún momento. Mi parte favorita es cuando explican la fundación de la biblioteca como método de protección de la sabiduría ante la última guerra y la recuperación de textos sin importar el valor.
Al momento de nuestra primera labor casi todos saltamos de alegría, nos dieron a cada uno una copia de Moby Dick y la tarea era terminar de transcribir el libro en las computadoras. Solo verlo me preocupé, sobre todo con el tiempo estipulado y que no nos dejaban de interrumpir para dar otras lecciones. El libro contenía muchos detalles, dibujados a mano que rodeaban las palabras de forma artística, teníamos que replicarlo fielmente.
Una de las veces que voy anotando en una de las páginas indica que frente a ti tengas el libro mientras escribas y solo te concentres en este y tus dedos deben deslizarse por el teclado sin apartar la vista, que mirar la pantalla y luego el libro es una perdida de tiempo. Lo otro es si contiene detalles finaliza el texto para seguir con la diagramación para adjuntarlos tratando de usar los márgenes y si fallan deberás pasar a la edición de ingeniería. Empece a seguir esos consejos y ayudo mucho con el trabajo rezagado que tenia, con eso logré alcanzar a los demás. No soy ser el mejor en nada, pero aunque sea espero alcanzar las expectativas.
Lo único que disgusta toda la experiencia son el trío de cacatúas, que presumen ser las mejores y sean las número uno en casi todas las áreas. No me interesa nada de eso, pero disgusta mucho su actitud, tanto que trato de evitarla por completo.
Charlotte siendo la lider, Eryx y Makayla las tontas que la siguen, es el nombre de esas tres. Lo que más me desagrada es que ellas aclaman a toda voz que el General Encarnizado trabaja de guardaespaldas de su familia, me enoja, sin embargo no se el trabajo de papá ni con quienes trabaja, aún menos iré a preguntarle ahora solo por ellas. También nadie sabe de mi relación con él, nadie debe saberlo. Eso me deja en una difícil situación teniendo que dejar que se regodeen. Lo otro es como se burlan de Aitor y de mi solo por no tener antepasados que trabajaran aquí. Eudor y Vaitiare nos defienden muchas veces de esas brujas, nos ayudan aún cuando se puedan atrasar y hasta salimos los cuatro como al cine a ver películas antiguas.
Parece que tomo el ritmo de las cosas, aunque luego de un tiempo Charlotte trata de ser más cercana, me parecía extraño esa actitud. En un momento se rinde y mis amigos me dan ideas que puede estar tramando algo.
Hoy el día es otro común, terminamos de encuadernar libros que luego se pondrán en las estanterías. Estoy emocionado por ver como queda terminado, vamos caminando por el gran recibidor cuando somos detenidos por un grito.
-¡Detenga a ese ladrón!- Charlotte desde la escalera señalando a donde estamos.
Los cuatro miramos a los lados hasta que entendemos que habla de uno de nosotros.
-No te hagas más el idiota, hablo de ti Kazuo, si ese es tu verdadero nombre...-
-¿Qué sucede aquí?- baja una escalera de los libreros el Profesor Zoilo y la Profesora Margot deja los libros que él estaba escogiendo.
-Él es un Bajo y un ladrón- ella me señala con expresión de disgusto.
En todos los pisos comienzan a llenarse de los demás bibliotecarios que han dejado sus puesto queriendo saber que sucede. El profesor hace llamar a soldados que estaban en la puerta, entran tres dando pasos pesados.
-Explícate Charlotte, ahora que están los Guardias, eso es una acusación seria-
-Note que siempre desaparecía por horas, lo seguí y hasta un rincón donde vi como tenia cuaderno de registro, pero no cualquiera, uno de los lanzados por uno de los Directores- todos sorprendidos ante lo revelado no pueden dejar de cuchichear.
En cambio yo empiezo a temblar, agarro la mochila, la respiración se me acelera, el pecho se me oprime. Sé que son cuadernos caros, pero desconocía que estos eran especiales.
-¿Eso qué? pudieron habérselo comprado- Vaitare pone su mano sobre mi hombro.
-¿Eso qué? Empece a investigar su vida, fui al Registro de Aplicación y no aparece nada de él, ningún contacto, ningún familiar, ni siquiera algún registro ¡Nada! ¿Entonces quien se lo compro? ¿quién es él? Donde venden los Registros de Directores faltaba el cuaderno creado por el penúltimo Director, Director Caín, ese lo compro una vieja que no tiene ninguna relación con él- ella sonríe por una victoria magistral.