Vaitare
-Siento que no es buena idea, para nada buena- algo temerosa.
-Shhhh, no digas nada, es mejor que estar en la Biblioteca oyendo todo los chismes- Eudor me tapa la boca.
-Pero, son ciertos, todos son ciertos- cabizbajo Aitor juega con la correa de su bolsa.
-Es por eso, que tenemos que ir a verlo, no me imagino que torturas le hará esa bestia-
-¡Eudor! No ayudas en nada, nada ayuda en nada en realidad- miro a los dos grandes guardianes que nos escoltan por el edificio.
Aún recuerdo ese día como si fuera ayer, el caos que se formo solo por los caprichos de una niña mimada nos hizo llegar a esto, el olor del liquido carmesí inundando la habitación, luego de todo nos sentíamos tan mal que no salimos a ningún lado.
-Hemos llegado- anuncia el de aspecto sombría y a su alrededor humo que nunca se separan de él.
Entramos a la habitación donde vemos en medio una cama y a nuestro amigo, parece dormido que entramos con calma, escuchamos el golpe repentino de la puerta. Parado junto a la puerta se encuentra ese ser que cuentan los rumores su afición a la sangre y el dolor, escuchar a sus victimas pedir piedad y arrancarle la vida con placer. Su rostro inexpresivo me asusta más obligándome a retroceder, el ambiente lo siento tenso y ahora me arrepiento de haber venido, nos quedamos sin más pisos golpeando la pared. Temerosos cerramos los ojos sintiendo la garra de él arrastrarse sin permiso por mi rostro.
-¡Déjanos en paz!- Le grito.
-Dime tu nombre y puede que lo haga- pasa su mano a Aitor que siento como tiembla, agarra su cuello para asfixiarlo.
-Somos amigos de Kazuo, estuvimos el día que lo acusaron- Eudor se tapa enseguida la boca.
-Hasta lo que se no tiene amigos, todos los que ha llegado son por conveniencias- nos mira de arriba abajo -Pero, ustedes tres los recuerdo ese día ¿para que han venido? ¿para acusarlo de nuevo o burlarse?-
Suelta a Aitor dándonos la espalda, se acerca a la cama donde descansa Kazuo rodeado de maquinas, noto algo extraño en ese ser, una bipolaridad enorme frente a los demás siendo alguien cruel y ahora demuestra en sus ojos una profunda tristeza. Le acaricia la mejilla usando sus nudillos escondiendo las garras dentro de su palma, le besa la frente con una dulzura que me conmueve.
-General Silas- me acerco.
-¿Qué quieres? si no entendieron no los quiero aquí, ha nadie de la Biblioteca-
-Es nuestro amigo, quisimos ayudarle pero caímos en los engaños de Charlotte y empezamos a dudar- de mi bolso saco el cuaderno de cuero rojo. -Queríamos devolverle esto y queríamos verlo-
-Déjenlo encima de la mesa y lárguense-
-Nos quedaremos aquí ¡usted quiera o no! ha pasado dos semanas y tenemos el derecho de visitarlo- con valor Eudor se acerca a Kazuo, pero es detenido por la mano del General.
-¡Es que no entienden!¡Los quiero fuera de aquí, lejos de mi familia! Kazuo nunca más va a volver a ese lugar...aún cuando...este en contra...- lo mira allí tirado en la cama.
-¡Cada rumor es cierto! Usted es un mal...- se detiene al momento que me ve acercarme más.
-Dígame ¿usted ha dormido?- me siento en la orilla de la cama. -Se nota sus ojeras cuando uno lo mira más de cerca, tenga déselo en sus manos usted mismo cuando despierte-
-Pareces una chica muy perspicaz y si se lo doy no se cuando- agarra el cuaderno -Si hubiera sabido que habría tanto problema con esto nunca se lo hubiera dado, ahora veo esto y solo recuerdo que lo lastime- se lo acerca oliéndolo -Aún huele a él, sus alegrías, sus temores, cada letra que escribió con su puño se mantienen aquí. También dentro los huelo a ustedes tres y el asqueroso olor de la biblioteca. Cuéntenme como la ha pasado Kazuo dentro de ese lugar.-
-Ni loco se lo contaría- Eudor se cruza de brazos.
-No fue una petición, fue una orden-
-Le contaremos todo con lujo de detalle General- Aitor se interpone antes de cualquier desastre.
Me rió un poco pero se me va la sonrisa enseguida.
-Pequeña, dime que sucede, también noto tu tristeza-
Empiezan nuevamente mis recuerdos de ese día, como tratamos de ayudarlo y luego lo traicionamos, la culpa me invade. Nuestro amigo temblando solo en medio de todas las acusaciones, como el por inercia se movió para proteger al ser que iba ha arruinarle la vida y sufrir el ataque de su familia, la sangre brotar de la carne desgarrada, pensar que todo estaba solucionado y se iba arreglar, que equivocados estábamos al momento de ver como se desmayaba y se lo llevaba en ambos brazos sin pensarlo dos veces dejando todo atrás, lo único que se quedo fue el objeto que arranco los celos y movió los hilos para ese momento.
-Es que yo...yo...-
-No te tienes que disculpar por nada- pone sus manos en las rodillas cruzando los dedos -Escuchaste una verdad, lastimosamente esta estaba corrupta, pusieron mentiras y las mezclaron para que quedarán a su conveniencia, no es la primera vez que veo eso y tampoco será la última. Vete acostumbrando que si no te comerán viva en la vida y apuesto que no quieres que suceda. Debes aprender a diferenciar las cosas, tienes la perspicaz de recocer los hechos mas no las cosas ocultas en las frases-
Lo dice serio, desconozco si me está dando un sermón o una lección.