Verdad Corrupta

Capítulo 44

Eudor

El piso empieza a temblar tirando todo lo que no esté sujeto a algo, caemos de la fuerza del mismo y vemos una luz roja por la ventana, al acercarme casi grito mientras tapo la boca. Hasta donde llego a ver alrededor ha aparecido una grieta que baja hasta donde la lava se encuentra, en los pisos de abajo se escucha un gran estruendo y papá sale a ver qué sucede, Kazuo ayuda a Aitor a levantarse mientras su criatura se mantiene fiel a su lado y Vaitare asustada empieza a temblar, la agarró y abrazo, le prometo que todo estará bien, todos saldremos de aquí, los gritos mezclado con sonidos de animales entran por la puerta abierta.

Cuando regresa papá tiene el rostro pálido y tranca la puerta, nos grita que pongamos lo que sea para bloquear la entrada, empezamos a colocar los escritorios y demás muebles que encontramos, nos dice que abajo empezaron a entrar criaturas de apariencias mitológicas y han empezado a matar a quien tenga nuestros uniformes y no sean de su grupo. Tengo miedo, no quiero morir ahora, empiezo a llorar en los brazos de papá con el corazón en la mano, los gritos se escuchan más fuertes hasta el punto que parecen estar frente a nosotros.

Kazuo, Vaitere y Aitor dan sus manos como un equipo, ser uno ante la catástrofe que tenemos delante, la puerta empieza a ser golpeada con fuerza, los muebles se mueven tratando de mantenernos separados de los invasores fallando en su misión cuando de repente la puerta parece explotar sacando todo de su lugar, nos lanza metros detrás, quedo golpeando el escritorio con el costado derecho de lo cuerpo. Busco con la mirada borrosa a los demás, Vaitere se levanta de un rincón, Aitor se encuentra en cuatro tratando de ponerse de pie, Kazuo por su parte se encuentra ya arrodillado junto a mí padre que su pierna se encuentra en una posición imposible.

-Danos los libros del experimento, si lo hacen su muerte será rápida- habla una mujer con torso de mujer y del cuerpo de serpiente.

-No tenemos nada, no sabemos de qué habla- papá tirado habla rápido -Son apenas unos adolescentes, déjenlos en paz- Kazuo trata evitar que se levante.

-Que lástima...para ustedes- dice la criatura con cabeza de toro mientras levanta una hacha.

-En mí caso me alegro de que sea así, es tan divertido verlos llorar por sus vidas- habla el de que muestra unas orejas puntiagudas y la piel podrida dónde debería estar su boca mostrando sus dientes negros.

Quiero correr a ellos y hacer algo pero solo moverme me da una punzada en todas mis costillas que me hace caer del dolor, Kazuo con cubre a papá con su cuerpo cuando se acercan, son unos idiotas, ¡muévanse o los cortará a ambos!.

Una nube negra con color verde comienza a llenar la oficina, entra a mis pulmones, ¿Nos ahogaran? Este humo comienza a arrebatar el oxígeno del lugar, escucho diferentes tonos de tos reconociendo algunos que tantas veces he compartido ahora seremos apagados de está manera.

Con un gran rugido toda la nube desaparece, en medio ahora se encuentra un gigantesco león que debe medir más de dos metros de alto y de largo no puedo aproximar, su pelaje de marrón con una melena de color negro como la noche se encuentra decorado con plumas de diferentes tamaños y colores amarradas a trenzas desordenadas pareciendo las estrellas en el firmamento, su cola es de escorpión muestra espinas por toda la superficie que agita de un lado a otro, sus alas de murciélago se abren golpeando con el techo y dejando ver heridas que han sufrido en diferentes partes dejando algunas un hoyo, en la cabeza nacen dos grandes cuernos rojo como la sangre y de la boca los colmillos superiores e inferiores sobresalen de sus labios, en uno de los colmillos está decorado con un aro de metal plateado con espirales que se encuentran en un fondo negro, sus ojos amarillos muestran irá y enojo, las patas se encuentran cubiertas de alguna especie de escamas o rocas negras que la cubren y salen grandes garras que dejan surcos profundos en el piso de concreto, da una presencia escalofriante, una criatura para matar.

Ruge nuevamente tan fuerte que las ventanas se rompen ocasionando una lluvia de cristales, las criaturas que nos amenazan gritan celebrando la aparición del recién llegado, el de aspecto putrefacto corre directo a dónde están papá y Kazuo para darles el golpe de muerte con una espada oxidada. Kazuo se agacha dejando su espalda indefensa ante el ataque, sin embargo es detenido cuando la cola de escorpión le atraviesa el abdomen, al momento de sacarla se ve el hoyo mientras cae al piso, sin reparo salta a dónde están los otros dos matando a la serpiente cortándola en rodajas con una de sus patas y el de cabeza de toro empieza a reclamar y decirle traidor de la especie antes de que su cabeza desaparezca en su boca, la mastica quebrando los huesos y dejando caer parte de la carne..

Se gira y nos mira detenidamente, no quiero morir siendo devorado, no quiero morir rebanado, no quiero morir de ninguna forma. Vaitere viene corriendo para ayudarme a levantarme e ir caminando hasta el fondo lejos de ese monstruo, siento como sus manos tiemblan del temor de la energía que emana, esto no nos puede estar pasando, la criatura ruge escupiendo su aliento de muerte, Kazuo se levanta de dónde estaba pero se ve tan calmado, se acerca sin temor ¿Ya has aceptado la muerte? es lo primero que pienso hasta cuando empieza acariciarle la melena y abrazarlo por dónde debería estar el cuello mientras el monstruo cierra los ojos y acomoda su cabeza devolviendo el afecto.



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En el texto hay: fantasia, ciencia ficcion, romance

Editado: 29.11.2019

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