Capítulo 45

Kazuo

Por el momento es lo que puedo hacer, debo ir al punto más alto, los seres de la Biblioteca sabrán a dónde ir, a la oficina del director dónde podremos escapar sin problemas para Kurt, tomo un poco de aire pensando la mejor ruta y la más corta que es en el centro del edificio, me despido del lugar esperando poder regresar.

Corro por los pasillos dónde se puede ver el paso de ellos, libreros tirados con su material, seres sin vida, en un pasado estaría temblando en una esquina pero con todo lo que ha sucedido ya no tengo miedo sin embargo pienso que esto es cruel, son seres que no tienen nada que ver con lo que sucede o lo que buscan ¿Qué es eso del experimento? Desconozco y ahora no quiero saber absolutamente nada de eso.

Detrás empiezo a escuchar golpes fuertes y pasos pesados, me escondo detrás de un de los muebles que han caído hasta que pasan dos licántropos, debo apurarme antes que me vean, no planeo morir el día de hoy, llego hasta la escalera que dar hasta la torre de Administración, cada paso son apagados por la alfombra que cubre los escalones, en las paredes cuelga telas con el emblema del lugar que está cayendo tras tantos eventos desafortunados.

Casi llegando al final de la escalera, a la cima de la torre, soy interceptado por una criatura de apariencia de mono con dos.ares de cuernos y colmillos que sobresalen de su boca, utiliza pantalones abombados con un chaleco mostrando su cuerpo lleno musculoso lleno de marca y manchado de sangre de sus víctimas.

-Un rakshasa...- digo deteniendo el paso.

-Parece que conoces a mí especie, que curioso y fascinante como un humano tan débil ha podido aún sobrevivir y llegar a este punto- con sus dedos acaricia el filo de una espada curva.

-Soy débil y qué, tengo miedo pero se que lo que hacen no es correcto- tiembla el piso haciéndome caer.

-¿Qué no es correcto? ¡Tu especie ha destruido el planeta sobreexplotando sus recursos y con guerras, a nosotros nos ha quedado nada!- salta hasta quedar frente a mí, me agarra del cuello levantándome cortando el aire -Este es el castigo que merecen ustedes y más-

Comienza apretar más su mano sobre mí cuello, siento como poco a poco el aire me abandona, trato con todas mis fuerzas abrir sus manos para que me suelte pero es en vano con la fuerza que posee. Por mí cuerpo la sangre empieza a esparcir un calor, un calor agradable con información de movimientos que no conozco pero he visto a papá en sus entrenamientos cuando era un niño, rápidamente levanto las piernas para con ambas golpearle la cabeza, con la sorpresa me suelta y agarra su cara.

Es el momento, con el poco aire que me queda corro lo que falta a la puerta pesada de hierro de la oficina del director, mis pulmones piden un descanso y mí mente les solicita que aguanten o moriré.

-¡Maldito hijo del demonio! ¡Me has quebrado un cuerno!- grita enojado desde abajo.

Lo miro mientras trato de abrir las pesadas puertas, empieza a subir con cortos saltos todos los escalones tan rápido que puedo ver el fin, ábrete puerta y deja entrar a alguien que lo necesita, empieza a deslizarse dejando suficiente espacio para poder entrar. Con un silbido y luego el de algo ser clavado veo el cuerno de la criatura clavado en la palma de mí mano contra la puerta, grito del dolor mientras la sangre comienza a salir como pequeños ríos. Trato de quitarlo pero está fuertemente clavado, pido que te sueltes, aún no es el momento de morir y menos con un ser como él, sale dejando que salga más sangre y dolor sube por el brazo.

-Te mataré tan lentamente que desearás nunca haber nacido, te arrancaré extremidad una a una y no te dejaré descansar- su cara es desquiciada, un rostro que no tiene respeto por la vida -¡JAJAJAJA ES EL MOMENTO DE DIVERTIRSE!

Salen mis lágrimas solas, el temor invade mí cuerpo al hecho de estar frente a este ser, agarro el cuerno y lo pongo en amenaza como si fuera una espada.

-PARECE QUE AÚN TIENES VALOR Y FUERZA A SI ME GUSTA- su voz se distorsiona a una grave con estática.

Levanta su espada y en ese momento donde noto que tiene baja la defensa le cortó el pecho con la punta del cuerno, comienza a salir un líquido de color azul y pone su mano sobre la herida.

-VAMOS SIGUE INTENTANDO, CORTA MÁS Y MIRA COMO TUS ESPERANZAS TE ABANDONA- se ríe a carcajadas.

Con una patada trato que caiga por las escaleras pero agarra mí tobillo que utiliza para lanzarme contra la puerta que se abre y ruedo por la oficina. Trato de levantarme aún con el arma improvisada fuertemente agarrada, cuando el pie izquierdo le pongo el peso caigo enseguida, me debí torcer el tobillo. Se acerca lentamente moviendo los hombros, babea mostrando hileras de dientes filosos y deja la espada mostrando sus garras largas. Es el fin...perdónenme, Kurt se que te pedí confiar pero te falle, amigos esperaba verlos de nuevo y papá por fin serás libre de este ser enfermo, levanto la vista para verlo sobre mí, cierro los ojos queriendo evitar ver la muerte delante.

Un golpe sigue y escucho una pelea pero no es conmigo, abro los ojos para ver a papá luchando con el rakshasa mano a mano, ambos se hacen grandes heridas hasta que papá lo tira por las escaleras.

-¿Pa.. papá?- trato de levantarme y puedo gracias a su ayuda -¿Cómo estás aquí?-