-¿Qué ha pasado?-Preguntó, a lo que le conté todo lo que había pasado.
-A mí me toca los libros y no sale vivo de mi casa-Respondió a lo que yo solté una pequeña risa porque conociéndola sería verdad.
Diez minutos más tarde me dijo que tenía que cortar porque su abuela estaba llamando por teléfono me despedí de ella y colgué.
Me quede apoyada viendo las estrellas mientras la brisa acariciaba mi rostro.
Un ruido me asusto, me gire y lo encontré .
Aryan se encontraba mirándome divertido.
-Así que sí que no eres muda Dijo mientras sonreía con algo de burla.
Me gire con intención de ignorarle pues por lo poco que le conocía ya no me caía nada bien.
Elevó las cejas – Así que la pequeña se a enfadado bueno cuando madures ya sabes dónde encontrarme-dijo con una molesta sonrisa en la cara.
Bufe molesta y seguí mirando el cielo nocturno.
Cuando el parecía que iba a contestar Jacob entro y susurro algo lo suficiente bajo para que yo no lo lograra escuchar y una seriedad aplastante golpeó la cara de Aryan rápidamente.
Sus ojos color plata miraron a Jacob con seriedad y asintió mi9entras iba en su dirección.
Mi curiosidad se disparó en segundos, que podría haber cambiado su despreocupada actitud tan rápidamente
Puede que Aryan fuese más interesante de lo que parecía.
Por la terraza observe como sus dos siluetas se dirigían a un coche y rápidamente se marchaban de nuestra casa.
Me dirigí a la sala donde estaba mi tía y la mire preguntándola porque se habían ido tan rápido a lo que me contesto:
-Jacob solo me dijo que un amigo suyo estaba en un lío y necesitaba ayuda, seguro que no es nada añadió
Suspire y me recosté en el sofá junto a ella, pusimos una película vieja y nos quedamos viéndola hasta que mis ojos se cerraron.