Verdad Oculta

Capítulo IV

Me desperté por los suaves rayos de sol que acariciaban mi cara, me estiré mientras me levantaba.

Fui hacia la cocina a desayunar cuando escuche las noticias.

-Varios enmascarados consiguen detener al famoso ladrón de guante blanco conocido como Chat de nuit, célebre por conseguir apoderarse de la dalia roja, el gran collar constituido por diamantes y rubíes del multimillonario Gregory Ricci, ¿Quién serán estos hombres sin rostro?-

-Cuando tengamos más noticias les informaremos, en seguida volveremos-Añadió la joven periodista mientras se ponía la pausa de anuncios.

Seguramente solo sean más personas intentando lucrarse de la mala situación que había en la ciudad, pensé.

Aquí en Masao nunca había ocurrido nada era una ciudad inversa en profundo sueño, hasta hace diez años cuando la ciudad despertó de su trance, empezando a verse amenazada por l crímenes y varios extravagantes personajes que parecían sacados de películas de terror.

Hasta el momento las pocas personas que intentaban detenerlos no acababan demasiado bien.

Como me gustaría que esto fuera una película como las que veía con mis padres los sábados por la noche en la que los buenos ganaban siempre y los malos eran vencidos, sería todo más sencillo y feliz si fuera así pero la vida no es un cuento de hadas con final comieron perdices y fueron felices, ojalá todo fuera tan sencillo.

Apagué la televisión en lo que mi tía venía.

-Pequeña me tengo que ir a trabajar, vendré sobre las tres y comemos juntas ¿Si?

-Vale, ahora me pongo a cocinar-Mi tía trabajaba en el hospital Grayson, el más grande de todo Masao y su horario solía ser bastante largo salvo los martes que era su horario más corto de once a tres, y era de los pocos días que podía pasar algo de tiempo con ella, claro sin contar las escasas vacaciones que le daban.

No me podía quejar después de todo no era su culpa su trabajoo no solo costaba de estar allí sino también mantenerlo organizado desde casa y después de todo la media de heridos y muertos era cada vez mayor.

Me puse a cocinar  mientras me movía al ritmo de la música, hasta que llamaron al teléfono fijo de casa a lo que fui hasta donde estaba y respondí.

-Hola, ¿Quién es?

-¿Innis?,Soy yo Jacob ¿está tu tía en casa?

-No, está trabajando-Respondí sorprendida de que no supiera que trabajaba hoy.

-Si es para invitarla a comer llámala a las tres o por ese horario que es cuando sale o mándala un mensaje –Dije, puede que tuviera poco tiempo con mi tía pero si pasarlo con Jacob le hacía feliz yo no era quién para impedírselo.

-Vale, gracias Innis- Se oyeron unos gritos de fondo.

-Te tengo que dejar Adiós.

Cuando iba a contestar me colgó, suspiré algo molesta.

Estaba terminando de hacer la comida cuando llegó un mensaje de mi tía pidiéndome disculpas porque iba a comer con el señor titán de metro noventa y que posiblemente igual se quedaba a cenar con él.

Bueno va a ser que toca maratón de teen Wolf en casa.




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