Ivy
Agradezco al cielo que hoy no me tocó trabajar. Ayer Dereck me hizo revisar un montón de archivos acerca del mercado ruso a este paso creo que voy a terminar hablando ruso.
Y lo mejor del caso es que el perro hijueputa de Dereck quiere que yo haga todo. Yo pensé que él me iba a ayudar pero no. Que todo lo haga Ivy y el doctor sentado. Hombre tenía que ser.
Algún día encontraré la manera de hacerle pagar por todo lo que me ha hecho pasar. Pero por ahora me voy a enfocar en adquirir experiencia laboral.
Hoy me tomaré el tiempo de conocer Mitte, porque desde que me mudé no he tenido tiempo de nada. Decidí empezar mi día temprano para aprovechar al máximo cada momento. Al salir de mi apartamento, me encontré con un vecino.
—Hola, debes ser nueva por aquí porque no recuerdo haberte visto—expresó el amigable hombre—. Por cierto, soy Emmett Keller, vivo en el 302.
—Hola Emmett, un gusto soy Ivy Blake, vivo en el 506, y apenas llevo una semana aquí.
—Mira, yo iba a comer con mi prometida pero vamos así te la presento y se conocen, claro si no te molesta.
—Está bien Emmett.
Caminamos juntos hacia un encantador café local. Ingresamos al lugar y tenía un aspecto minimalista pero llamativo. Emmett me guío por las mesas hasta llegar a donde está su prometida.
—Cariño mira ella es Ivy Blake mi vecina le dice a su prometida que es la secretaria de Dereck— Ivy ella es…
—Emily Wade, ya nos conocemos trabajamos juntas en la misma empresa —lo interrumpe la secretaría de Dereck.
—¡Emily! Qué sorpresa verte aquí. No sabía que también vivías en Mitte.
Emily sonrió y extendió la mano para saludar.
—Es realmente una coincidencia. ¿Cómo has estado, Ivy? ¿Cómo te has adaptado al nuevo trabajo?
—La verdad es que ha sido un poco abrumador al principio, pero poco a poco estoy aprendiendo. Dereck me ha dado muchas responsabilidades, pero estoy animada por adquirir experiencia laboral.
—Espera te deja llamarlo por su nombre —cuestiona Emily.
Asiento.
—Siempre lo he llamado así. ¿Sabías que estudiamos juntos?
Mientras charlábamos, Emmett ordenó algo para nosotros en el café. El aroma del café recién hecho llenaba el lugar, creando un ambiente acogedor. Nos sentamos en una mesa cerca de la ventana, desde donde podíamos ver el ajetreo de la ciudad.
—Mitte es un lugar fascinante, Ivy. Siempre hay algo nuevo por descubrir. ¿Has tenido la oportunidad de explorar un poco?
—No mucho, la verdad. He estado tan ocupada con el trabajo que apenas he tenido tiempo libre. Pero hoy decidí tomarme un descanso y descubrir lo que esta área tiene para ofrecer. ¿Tienes alguna recomendación?
Emily tomó un sorbo de su café y pensó por un momento.
—Bueno, definitivamente deberías visitar el Museo de Historia Natural. Es impresionante y seguro te encantará. También tienes que probar las deliciosas crepes en el puesto de comida callejera que está cerca del parque. Son increíbles.
Asentí emocionada, tomando nota mental de sus recomendaciones.
—Ivy ¿Qué te parece si vamos al Sage Club? —pregunta Emmett.
—Dí que sí, por favor —dice Emily mientras hace un puchero.
Sonrío al escuchar la propuesta de Emmett, pero es la expresión juguetona de Emily lo que termina de convencerme.
—Bueno, está bien. Será una noche interesante —respondo con una sonrisa—. Pero primero vamos a casa y nos cambiamos.
—Esta bien —Emily aplaude emocionada y me abraza fuertemente.
Salimos del café y nos dirigimos hasta el edificio donde vivimos, los dejo en su apartamento y me dirijo hacia el mío.
Decido usar un vestido negro ceñido a mi cuerpo con un escote en V profundo, tiene una abertura en mi muslo izquierdo con unos tacones de plataforma y una cartera negra.
De repente me entra una llamada de Dereck pero la rechazo no voy a dejar que arruine mi noche.
Espero a que los tortolitos estén listos para irnos. En el camino hacia el Sage Club, la emoción y la expectativa inundaban el aire. La música vibrante y la energía de la tarde nos envolvían mientras avanzábamos por las animadas calles de Mitte.
Cuando llegamos al club, nos recibió una atmósfera electrizante. Luces de colores brillaban por todas partes y la música resonaba en cada rincón. Emmett y Emily me condujeron hacia la pista de baile, donde nos dejamos llevar por el ritmo contagioso.
Encontramos un lugar para sentarnos cerca de la pista de baile. Pronto, Emily me arrastro hacia la barra.
Mientras esperamos nuestras bebidas en la barra, Emily comenta:
—Dicen que los tragos de este lugar son irresistibles. ¿Qué te gustaría tomar, Ivy?
Miro el extenso menú de cócteles y sonrío —¡Oh, me encantaría probar el martini de frutas tropicales! Suena refrescante y exótico.
Me alejé de la barra y caminé hacia la mesa mientras me tomo mi martini, mi teléfono estaba vibrando. Al sacarlo, vi que era otra llamada de Dereck. Decidí ignorarla una vez más. En ese momento, escuché la puerta del club abrirse con fuerza, y al girar mi cabeza, vi a Dereck entrar con determinación en su mirada.
Dereck caminó hacia la barra con confianza, y cuando nuestros ojos se encontraron, pude ver la frustración en su rostro.
Se acercó a mí y dijo:
—Ivy, ¿por qué has estado ignorando mis llamadas? Necesito hablar contigo.
Mientras tanto, la luz tenue del club resaltaba los rasgos de Dereck, mostrando su apuesto rostro y su impecable traje a medida. En ese momento, me di cuenta de que no lo había visto tan desesperado antes.
El Sage Club estaba lleno de energía esa noche, la música retumbaba en las paredes y las luces de neón iluminaban la pista de baile. La atmósfera era hipnotizante, pero mi atención estaba completamente centrada en Dereck.
Al verlo allí parado frente a mí, con su mirada suplicante y decidida a la vez, no pude evitar sentir una mezcla de emociones. Por un lado, me sentía intrigada por saber qué le había llevado a buscarme con tanta insistencia, pero por otro lado, me molestaba que viniera a interrumpir mi noche de diversión.