Luke
Cierro el puto portatil de una maldita vez. Tengo el cerebro frito. ¿Que coño hago en Nochebuena trabajando a estas horas?
Miro por la ventana y el sol está apunto de caer por el horizonte. Es mejor que vaya recogiendo y cerrando. Estoy aquí solo. Hace un par de horas que los he mandado a su casa. Y en todo este tiempo no he sacado nada en claro. Si lo llego a saber me hubiese ido antes.
Llego hasta mi Ferrari y lo arranco antes de pensarlo dos veces- Esta frío. Se nota en el ralentí del motor. Que parece estar diciendo no me saques de esta plaza de garaje. Miro el móvil y veo que no tengo ni una llamada, ni un SMS. Llevo esperando uno como loco desde que escuche su voz en el contestador. Me estoy volviendo loco desde que escuche su voz en el contestador. Pero simplemente un mensaje suyo haría que esta noche en vez de irme a mi casa fuera a la de ella. Espero unos segundos antes de arrancar el coche. Pero no recibo nada y al final salgo del aparcamiento.
Llego a mi casa y lo que estoy deseando es escuchar caer los hielos dentro del vaso. Ahora mismo es la mayor satisfacción que me da hasta que Walter sale de la cocina con cara de circunstancia. Algo que me sorprende.
—¿Walter que diantres hace usted aquí? le di la noche libre.
—¿Ocurre algo señor? ¿Está bien?
—estoy estupendamente y cuando lleve esto a la boca estaré mucho mejor —le reconozco mientras me remojo los labios y dejo que el ardor se apodere de mí y por un segundo haga que me olvide de todo.
—Perdona que me meta pero creo que no está…
Y sin dejarlo terminar lanzo la botella contra la pared y se destroza en mil pedazos. Justo como estoy ahora mismo. Todo el líquido se desparrama por todo el suelo.
—Estabas sin hacer nada ¿no?
Pues ya tienes algo que hacer. Cojo mi vaso que está por la mitad y salgo a la terraza. Me quedo observando la luna.
Todo me recuerda a ella. ese colgante que le regale. Era Mia y la perdí. Por imbécil y por ser un mierda. Me termino el vaso y voy en busca de otro. En cuanto entro veo a Walter limpiando el estropicio.
—Walter dejo eso y vete a disfrutar de la nochebuena o al final voy a tener que despedirte.
Me hace caso y deja el cepillo en la pared y observo como coche la chaqueta y se va hasta la puerta.
—Buenas noches Walter y feliz navidad.
A pesar de todo el siempre esta para mi. Espero que cierre la puerta y empiezo a recoger todo el desastre. Me replanteo porque decidí quedarme aquí solo y no acepté la oferta que me hizo mi hermana para ir a su casa a pasar la nochebuena.
Pero supongo que pensé que no tenía mucho cuerpo para fiestas. Pero no sé si es mejor plan quedarme aquí plantado bebiendo alcohol hasta perder el conocimiento.
Me siento en el sofá y trato de buscar alguna película. La más mala, alguna que me haga reír y me olvide de la mierda de vida que tengo. Si pudiese haría como los móviles y me resetearia completamente.
Creo que no quería recordar nada, ni siquiera el dolor que estoy sintiendo en estos momentos.
Cuando por fin elijo una película, no tardo ni dos minutos en dormirme y me despierto a mitad sin entender que es lo que ha pasado en toda la película. Al final me rindo y me voy arrastrando hasta la cama.