Verdades y mentiras[saga Lunar]

Capítulo 14

Mia

Las tres tarrinas de azúcar flotan por el borde del café. Anoche no me pude dormir hasta que prácticamente el sol comenzó a salir por el horizonte. Y ahora mismo soy algo parecido a un zombie aunque creo que hasta estos tienen mejor color que yo y muchas más ganas de vivir.

Tengo que ir al trabajo pero no se como lo voy a lograr. En cuanto entre por la puerta todo el mundo se va a percatar de mi estado y el primero en abrir el fuego será Hames para después continuar con el respeto de las personas ahí presentes.

Dudo por un mísero instante si llevarme gafas de sol pero creo que eso será peor porque llamaré aún más la atención.

Antes de salir me dirijo al baño para intentar disimular mis ojeras con algo de maquillaje. Pero el resultado no es para nada el esperado. Apenas consigo disimularlo así que reniego de la vida y me voy. Cuando salgo fuera deseo no encontrarme con Luke pero para mi sorpresa no es así.

Cojo el coche que anoche eché en falta y me voy tan rápido como puedo.

El día en la oficina ha ido mejor de lo que esperaba. He pasado bastante desapercibida.

La única persona que se ha dado cuenta que me pasaba algo ha sido James que ha insistido bastante para quedar después del trabajo y así enseñarme un local nuevo que según él preparan las mejores margaritas de toda la zona.

—Ya verás te vas a quedar con ganas de más.

—James te recuerdo que estoy embarazada. No puedo tomar alcohol.

—Es verdad. Bueno así aprovecho y me tomo dos sin que parezca una loca alcohólica.

Tu te puedes tomar uno de manzana y uva que está para chuparse los dedos.

—Me parece bien —le respondo mientras le regalo una sonrisa. Creo que es la primera vez que sonrio en todo el día.

—¿Y bien? ¿que te ocurre?

Ahora su lenguaje es más serio.

—No me pasa nada.

—Ah bueno si no te pasa nada entonces no pregunto porque tienes esa cara de perro abandonado.

—Bueno puede que haya discutido con Luke por haber encontrado en su portátil mi whatsapp abierto.

—¿Enserio?¿y cómo reaccionó él después de enterarse de que lo sabías?

—No ha reaccionado de ninguna manera porque me fui antes de que pudiese pronunciar palabra alguna.

—¿Y que vas hacer?

Pregunta como si tuviese elección. Y aunque la tuviese no sabría que hacer.

No respondo, tan solo levanto los hombros en señal de duda.

—Me gustaría tener la sabiduría para tomar las mejores decisiones.

Luke es controlador, manipulador, oportunista y no tiene remordimiento pero a la vez es cariñoso y detallista. No se es complicado saber si estar con él es una buena idea.

—Bueno. Esa decisión la tienes que tomar tu sola. Yo no puedo aconsejarte. Pero piensalo bien. Vas a tener un hijo con él.

—Eso es lo que más me ata ahora mismo a él.

Después de estar hablando durante varias horas sobre cuál es la mejor decisión que tomar decido ir hablar con Luke. Es tarde y supongo que ya estará en casa.

Cuando llego a la casa las luces de toda la casa me permiten un pequeño respiro para coger aire y ordenar mis ideas. Cuando lo hago toco la puerta con decisión. Tengo la sensación de que estoy en un bucle sin fin.

La puerta se abre pero no es Walter quien está detrás. Sino Luke que permanece impasible en el marco de la puerta.

—Hola —su tono parece débil.

—Necesito que me cuentes la verdad y solo la verdad.

Trago saliva a la vez que lo miro. Sin apartar la mirada. Necesito que sea sincero. Al menos por una vez desde que lo conocí.

—Mia podemos sentarnos así te lo explico mejor.

Se lo que está intentando. Llevarme a su terreno para que vuelva a caer pero esta vez no va a ser igual. No voy a dejar que se salga con la suya.

Aparto la mano que me ofrece sentarme y lo miró desafiante para que empiece a soltar toda la verdad por esa boca.

—Está bien —dice mientras se apoya con las manos en la parte superior del respaldo de la silla—. Mia no tengo ninguna excusa y tampoco una respuesta que ofrecerte al acto que hice.

—Muy bien entonces creo que hemos terminado de hablar.

Cuando intento salir de la sala Luke se limita a cogerme del brazo para detenerme. Esta vez sí que lo ha hecho.

—Déjame que termine con la explicación y luego ya serás libre de hacer lo que quieras.

No le respondo pero tampoco me macho. Creo que ha interpretado que quiero que empiece con su explicación.

—Tengo miedo. Miedo a perderte. Se que esto te lo he dicho muchas veces y está claro que no sirve de excusa. Pero cuando el otro dia te vi con Oliver en la cafeteria sentí dentro de mi como si me golpearan un golpe sexo en el estomago. Por primera vez en mucho tiempo sentí que te podia perder. Y no me gusto en absoluto.

Me cuesta mucho confiar en las personas. Esta historia no te la he contado nunca pero creo que la tienes que conocer para comprender muchas cosas de mi.



#29312 en Novela romántica

En el texto hay: literatura, romance, amor

Editado: 21.06.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.