Luke
Era joven. Tan solo tenía cinco años cuando vi a mi padre llegando a casa a las ocho de la mañana. Era invierno y hacía mucho frío. Era invierno y hacía mucho frío. Pero yo y mi hermana estabamos listos para ir al colegio. Mi padre entro por la puerta echando un olor a alcohol que tiraba para atrás.
Lo primero que recuerdo de aquello era mi madre yendo a recriminar a mi padre las maneras. Porque llegaba tambaleándose borracho y tan tarde. Porque ni siquiera había avisado. Lo siguiente que recuerdo fue a mi madre golpeada contra un marco de la puerta recibiendo patadas y arañazos.
Intenté salir a la calle para pedir ayuda pero lo único que conseguí fue que me golpeara contra el otro marco de la puerta. Era demasiado pequeño para intentar levantarme presa del miedo.
Tampoco me salía la voz para gritar. Lo único que pude hacer fue arrastrarme hasta la habitación donde se encontraba mi hermana pequeña.
Sin decir nada cogí y la abracé debajo de esa cama. Pensé que era el único sitio en el mundo donde estaría a salvo pero pronto me di cuenta que ese lugar se convirtió en mi cárcel. A los meses siguientes las palizas empezaron a intensificarse.
Ya no bastaba con meterme debajo de la cama porque me sacaba de aquí.
Hasta el día que tuve el valor de contárselo al profesor del colegio. Abrieron expediente y mi padre se enteró. Entonces convenció a mi madre para que nos diese a un orfanato.
Lo que yo pensaba que se trataba convenció de mi padre a mi madre resuelto ser una salida de escape para nosotros. Porque mientras estuviésemos en el orfanato estabamos libres de aquel ser que llamábamos padre.
Lo último que me dijo mi madre el día que nos dejó fue que vendría a por nosotros. Que cuidase de mi hermana. Y eso hice, la protegí con mi vida pero en ese lugar. Me convertí en un ser oscuro del que ahora odio. Mi madre volvió. Después de estar dos años en la cárcel por aseinato. Mi madre se cansó de aquello y la única forma que encontró que fuéramos por fin libres fue esa.
Estuve dos años en la cárcel pero gracias a eso pudimos ser libres para siempre pero yo no volvía a ser el mismo.
Es por esa razón por la que yo impactó tanto control sobre las personas.
—Es por esa razón Mía por la que he estado controlándome.
No quiero que me perdones ahora. Solo quiero que lo hagas algún día.