Capítulo 21

Mia

Esta semana al final salgo de cuentas. Después de nueve largos meses pero a la vez preciosos toca su fin. No sé en que momento llegará pero ya estoy preparada para el momento más especial de mi vida. Por fin voy a poder ver a mi hija en persona, tocarla, estar conectada.

Ese círculo afectivo del que hablan. Luke no ha dejado de llenar todo de por si acaso. Tiene una maleta, una bolsa y distintas cosas preparadas en la entrada para… cuando llegue el momento, cogerlas para que no les falte nada.

—¿Crees que será suficiente? —me pregunta esperando a que yo lo apruebe.

—Creo que es más que de sobra. Como sigas añadiendo cosas vamos a necesitar la habitación de al lado. Una patadita me recuerda que quizás no lo sea. O que su padre se está pasando. No lo sé, no lo puedo interpretar bien.

Pero esta sensación es única en el mundo y me gustaría vivirla una y otra vez. No sé qué día o en que momento será. Pero cuando justo pienso que no puede ser ahora un líquido acuoso saliendo directamente de la vagina me recuerda que el momento ha llegado y solo me puedo quedar con una imagen. El rostro de Luke mirando incrédulo mi entrepierna.

—¿Ya? —me mira sin saber reaccionar.

—Sí pero tranquilo. Acuérdate lo que nos dijo la matrona. Que no cundiese el pánico que esto iba a durar horas. Pero cuando regreso de la habitación de coger el monedero la imagen que veo es la de Luke con toda la maleta y la bolsa cargando.

Es imposible que pueda con nada más.

—El coche ya está listo.

—¿Cómo lo has hecho tan rápido?

—Walter estaba listo. Lleva una semana entrenando para sacar el coche como salen los de Fórmula 1. Venga que no hay tiempo que perder.

HORAS MÁS TARDE

Después de estar más de trece horas y media de dolores que parecía que estaba apunto de morir al final la puedo tener entre mis brazos. Tiene el rostro redondito y apenas he podido verle los ojos porque los tiene todo el rato cerrados pero lo poco que lo ha tenido abierto los tenía verdosos. Los pies los tiene iguales a Luke. Sin embargo, la nariz y las orejas las ha sacado a mi. La nariz es chata y las orejas son pequeñas.

Pero esta cosa que tengo en mis brazos es lo mejor que me ha pasado en la vida. Ahora sí sé que mi sentido de vivir es por ella. Se aferra a mi pecho mientras siento su calor.

Los pies los tiene iguales a Luke. Sin embargo, la nariz y las orejas las ha sacado a mi. La nariz es chata y las orejas son pequeñas.

Pero esta cosa que tengo en mis brazos es lo mejor que me ha pasado en la vida. Ahora sí sé que mi sentido de vivir es por ella. Se aferra a mi pecho mientras siento su calor. Con sus pequeños dedos va tocando mis brazos.

Su respiración es lenta y pausada, creo que sabe que está protegida. Su olor es único en el mundo. Nunca he llegado a oler nada similar. Luke está a mi lado disfrutando de cada segundo de este momento.

Mis padres están apunto de venir, no les he querido avisar antes porque me imaginaba que les daría algo por lo espero. La madre de Luke también lo está haciendo. Aunque me gustaria tres solo también comprendo que quieran conocerla.

Ya por fin voy a dejar de ser el centro de atención. De nuevo y sin poder remediarlo la veo. Mi pequeña Luna. Después de tantos meses lo puedo decir. Mi hija pequeña.