Mia
El día de ayer fue un día de muchas emociones. Primero lo de Luke y después lo de Oliver y yo navego en medio de los dos. La pregunta es… ¿que narices voy hacer con mi vida a partir de ahora?
Anoche cuando llegué pasé por casa de Luke y sin intercambiar palabra alguna recogí a Luna y me la lleve conmigo, el no me preguntó dónde había estado y yo no me moleste en preguntar que habían hecho toda la tarde.
Y aquí me encuentro en la mesa de la cocina tomandome un café para mantenerme despierta después de haber estado toda la noche sin dormir bien sea por Luna o bien porque mi cabeza no me dejaba descansar ni un solo segundo.
El sonido de un mensaje en el móvil recibe toda mi atención. Pero cuando lo desbloqueo no son uno sino dos los mensajes que tengo. Uno es de Luke…
<<Necesito que hablemos y aclarar lo sucedido>>
Paso de el por ahora y me centro en el otro. Es de Oliver.
<<Anoche las estrellas brillaban en el firmamento pero había una que resaltaba sobre las demás y no se encontraba en el cielo>>
El mensaje provoca que se me erice la piel. La verdad es que no sé muy bien cómo contestarle y decido dejarlo como está. Haberlo visto en la pantalla pequeña de notificaciones me da un tiempo valiosísimo para pensar en que responderle y que no le salga en visto y se piense que estoy pasando de él como también llevo bastante meses. Cojo un poco de aire y me muevo, cuando paso por el pasillo observo una foto. Una de hace unas semanas cuando decidimos ir los tres a pasar el fin de semana a una cabaña que estaba en medio del bosque.
Esas que tienen sus chimeneas y que además cuentan con una pequeña piscina para pasar el día. El lugar idóneo para perderse porque cuenta con todo lujo de detalles. La verdad que con Luke no se puede decir que falte algo.
Es su maldita personalidad y su forma de ser la que fastidia todo. De nuevo un mensaje entra de Luke.
<<Por Favor deja que vea a Luna. No me separes de ella>>
Sé perfectamente lo que está intentando hacer pero tampoco puedo prohibir que la vea.
<<Esta bien pero solo para verla. NO quiero juegos sucios>>
Aprovecho para bañar a Luna y la dejo preparada para pasar el día. La verdad es que no sé muy bien que hacer con el mensaje de Oliver pero prefiero afrontarlo después de que se vaya Luke. No quiero que se me junten los dos en la puerta. Lo último que querría sería una pelea en la misma puerta de mi apartamento.
Cuando pasa una hora la puerta del apartamento suena. Detrás de la puerta aparece Luke con los ojos hinchados pero no vidriosos.
Da la sensación de que hubiese estado bastante horas llorando y que ya no le quedase ninguna lágrima.
—Hola Mia ¿cómo estás?
Su voz parece resquebrajarse en cualquier momento.
—Digamos que he tenido días mejores.
—Eso seguro ¿y la Luna dónde está? —pregunta mientras mira todas las estancias de la casa de un vistazo. Cosa que no es muy difícil porque comparado con su casa la mía se recorre en menos de diez segundos.
—Está en la habitación. La acabo de bañar y se ha quedado dormida. No la he querido despertar porque se ha estado toda la noche despertando la he querido dejar dormir pero enseguida se despertara.
—Haces bien.
Dejo pasar unos segundos antes de salir al pequeño balcón que completa mi salón. Me apoyo sobre la barra que limita lo alto del balcón y puedo llegar a notar porque ya es costumbre como Luke se acerca por detrás.
—¿Sabes? —pregunta mientras él también se apoya sobre el balcón—. Creo que nunca seré capaz de vivir en pareja. Soy demasiado controlador para tener alguien cerca.
—¿Y te das cuenta ahora? —pregunto sin llegarlo a mirar. La verdad es que prefiero ignorarlo y observar el horizonte a ver lo atractivo aunque irritante que pueda llegar a ser.
—Me he dado cuenta en el momento que sabía que os había perdido. Porque ya sé que no me vas a perdonar.
—La vida es más sencilla. No puedes dejar que los celos te cieguen.
—Tengo miedo Mía, ya lo sabes. Miedo a perderte. No soporto verte con otra persona.
—Yo no sé lo que nos deparará el futuro. No podemos dar nada por vencido.
Pero si luchas por lo que quieres eso nunca lo pierdes.
—Sí pero a ti si que te he perdido. Por mi forma tóxica que corrompe todo lo que toca. Te he hecho daño a ti y se lo haré a Luna en un futuro.
—Solo de ti depende.
—Creo que voy a ir al psicólogo para que me ayude con todo esto.
—Me parece bien —esta vez le suelto una sonrisa y ya lo miro directamente a los ojos.
—Me gustaría enseñarte una cosa.
Añade mientras se remanga la manga de su camiseta, cuando lo hace puedo observar que llevo algo escrito en la parte trasera del brazo.
Lo tengo que ver varias veces hasta que reacciono del todo.
“Mia” con letras rellenas y rodeandolo con un corazón de color rojo y un pequeño hilo del mismo color.
—Estás muy loco —le reconozco mientras me empiezan a brotar alguna lágrima.
—Bueno, estoy enamorado de ti desde el día que te vi. Aunque no quieras estar a mi lado eres el amor de mi vida y siempre tendré escrito tu nombre en mi piel.
Luke se da la vuelta.
—Voy a ver si Luna sigue durmiendo.
Sigo su sombra y cuando llego a la habitación él permanece apoyado en el marco de la puerta.
—Es increíble lo que hemos creado ¿verdad?
Me pregunta sabedor de que estoy justo detrás suyo.
—Si, es una mini versión mía. Solo espero que no saque tus celos y tus rabietas.
—Esperemos que no. Bueno creo que me voy a ir. Me da pena despertarla y creo que ha sacado mi forma de dormir con lo que igual le quedan unas horas y también sobro ahora mismo.
Se da la vuelta pero antes de que pueda moverse le cojo el brazo.
—Un segundo…
—Dime.
—Te voy a dar una última oportunidad. Por Luna y porque aunque me fastidie aun te sigo queriendo.