Verdades y mentiras[saga Lunar]

Capítulo 31

Luke

La noche me está yendo fatal. Enfrente me encuentro con Liam y veo como su burlona mirada me desafía. Está ganando. Sabe que lo está haciendo y además está disfrutando con ello.

—Venga Luke que parece que hoy no tienes el día.

—tendría el día si no tuviera una mosca cojonera todo el rato detrás mía diciéndome cosas.

—Oye si has tenido bronca con la parienta no es culpa mía.

—No he tenido bronca con nadie.

—Pues eso ya es novedad.

—Liam mejor no me hagas hablar.

—Las mujeres están todas como una cabra. Muchas no saben ni lo que quieren. Seguro que se cabrean para que luego te toque ir detrás de ellas o les tengas que regalar algo. Me juego lo que sea que es algo de eso.

No se lo que pasa hoy pero me está tocando bastante las narices y me estoy conteniendo bastante.

—¿Luke que tienes?

Me pregunta Richard, uno de los jugadores de la mesa.

—Nada, no tengo ni una mierda —le reconozco mientras tiro las cartas boca abajo en la mesa.

No está siendo mi noche—. Creo que he perdido mucho dinero esta noche. Es hora de marcharse.

—¿Te vas ya?

—Si, Liam. No todos jugamos hasta que nos envían un mensaje en la cuenta del banco de que ya no queda ni un dólar.

—Yo no hago eso.

—Si lo haces si. Será por todos los adelantos que te he tenido que dar.

—Ya te los devolveré. Con intereses. Te podrás hacer el ingreso tú mismo.

—Liam no tengo ganas de tonterías.

—Se te acaba el tiempo Luke… Se te acaba el tiempo.

No le respondo y abandono el lugar.

AL DIA SIGUIENTE

Mía se está arreglando. Ha querido que fuésemos al centro comercial. Quiere comprar ropa para todos pero sobre todo para Luna. Juraría que la semana pasada le compramos ropa nueva pero esta niña crece por días.

No llego a comprender cómo crece tan rápido. El miedo que tengo es que siempre que MIa dice de ir a comprar es necesario un trailer para volver.

Tengo la duda de si lleva brazos o imanes que atraen todo lo que toca. Sobre todo en la sección de beber que aunque sorprendente es donde más ropa hay.

Mia sale del baño completamente arreglada. Lleva un vestido que se ajusta a sus curvas y aunque esta preciosa no se lo digo pero consigue dejarme con la boca abierta mientras va a ver como esta Luna. Que permanece en la cuna jugando con dos peluches.

Se me cae la baba con esta casa tan pequeña. Todo su mundo depende de nosotros y no hay nadie que la interfiera entre ella y la felicidad.

La verdad es que es un mundo muy bonito y que oscuro y turbio se vuelve cuando nos hacemos mayores. Ojalá nunca pierda esta inocencia que la cubre.



#5197 en Novela romántica

En el texto hay: literatura, romance, amor

Editado: 12.08.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.