Mia
Llegamos al centro comercial y como podia imaginarme las tiendas están que no dan a basto. No cabe nadie más. Luna está apunto de llorar y yo no creo que tarde mucho más en hacerlo. Al menos gracias a Luke consigue abrirse paso entre la gente y llegar sana y salva a las tiendas que quiero visitar sin perder a mi hija por el camino. No sería la primera persona que con el caos de tanta gente se equivoca de cochecito y le toca volver y pedir perdón.
Cuando terminamos el recorrido Luke me ofrece ir a dar una vuelta por la ciudad para despejarnos de tanto bullicio.
—¿A dónde te gustaría ir de vacaciones en verano? —me suelta Luke cuando al fin el aire de la calle me golpea directamente el rostro.
—No se estamos a Enero, hace frío, sinceramente no había pensado en ningún sitio.
—Ya pero imaginate que el dinero no fuera un problema y pudiese elegir cualquier parte del mundo al que visitar. Por un momento aunque pudiese ser imposible imaginarlo. ¿Dónde seria?
—Seguramente Roma. Adoro esa ciudad. Me encantaría ir.
—Eso es sencillo. Dime la fecha y yo organizo todo.
—No es tan sencillo Luke. Tengo trabajo y ahora tenemos una hija.
Digo yo que en algún momento habrá que apuntarla a la guardería y ya no será tan fácil viajar en cualquier momento.
—Si eso si, pero en el verano siempre hay tiempo.
Pero todo se viene abajo cuando en el horizonte. Mis ojos se encuentran de nuevo y una vez más con los de Oliver. Pero esta vez no muestra sonrisa sino oscuridad en su ser.
Hay algo en su mirada que se ve bastante deteriorada o estropeada por haber pasado una mala noche. Miro a Luke que hace para estar tranquilo y que no le afecte nada.
Apretá los nudillos y hasta puedo escuchar como le chirrían los dientes.
Se acerca a nosotros pero en vez de venir a mi parece que va a Luke. Va señalando y temo que algo malo vaya a ocurrir.
—Tuuuu…
—¿Que? —le pregunta Luke poniéndose en su trayectoria y sacando pecho como si fuese un pavo real.
—Todo esto es culpa tuya, pero ¿sabes que? Te voy a decir una cosa. Y no pienses que venga a pegarte o a generar lio. Cuidala, cuidala porque sino lo haces seré yo quien venga y el daño que le hagas a ella te lo haré yo a ti. Y te pegare, te pegare por ser el mayor estupido del planeta tierra por haberla perdido. Yo nunca la he tenido pero se que nunca la perdería. Tienes un tesoro, no la entierres bajo tierra. Yo perdí la guerra, pero tú puedes ganarla. Hazlo por toda esa gente que lucho y se quedo en la orilla. Adiós Mia. Cuidate.
Y como si nada comienza a marcharse dejando atrás un reguero de tensión y a la vez una pequeña tristeza que hace que ahora mismo no pueda continuar el camino como estaba haciendo. Hay palabras que duelen y creo que esta me ha herido dentro de mi sin darme yo cuenta.
Luke mientras tanto permanece callado y expectante intentando comprender lo que acaba de pasar. No ha dicho nada, tan solo me ha mantenido escuchando y observando la situación. Sabedor de que todo lo que ha dicho está cargado de razón.
Continuamos el paseo pero no podemos obviar eso y Luke entonces habla.
—Tienes razón. Sería un imbécil si te perdiera. Ya la he hecho varias veces y enseguida me he dado cuenta de lo inútil que son. Pero esta vez será diferente. Creeme que lo será.