Luke
Todo se queda en silencio cuando la puerta se cierra. Y me quedo mirando lo que fue la sombra de esta y a la vez Liam me mira a mi.
—Dejarlo marchar chicos. Creo que ya ha tenido bastante escarmiento por hoy.
Me sueltan pero no dejo de seguir sintiendo la presión fuerte del pecho. Todo se me ha venido abajo. Ahora mismo no se si lanzarme a Liam y pegarle la paliza de su vida aunque luego me la den a mí o salir de este sitio. Y aunque la primera me seduce más creo que la más coherente es largarme de este lugar.
—Cierra la puerta cuando salgas Luke.
Me quedo unos segundos parado esperando a no se a que. Porque ya no vuelve a decirme nada mas y yo estoy empezando a parecer tonto.
Me largo omitiendo completamente su orden y espero a que suba el ascensor que se que está en la planta baja porque acaba de bajar Mía.
Cojo el ascensor y todavía huele a ella. Bueno ella y lo que parece una decepción. Tiene que estar destrozada y todo por mi.
Busco por el parking el coche de Liam que dentro de unos días será lo único que me quede.
La empresa, los coches, la cuenta bancaria y la cara. Todo lo habré perdido sin tener una oportunidad. Por estar borracho. Me siento en el coche de Liam. Huele fatal y lo que es peor. Está sucísimo. Pero en estos momentos es lo único que tengo y me queda. Meto la llave en el contacto y no arranca a la primera.
—Joder lo que me faltaba.
Saco la llave y la vuelvo a meter y esta vez sí que arranca. Suspiro porque por primera vez algo me va bien en el día de hoy.
Este coche es una puta mierda. Se ahoga en las rectas y no quiero imaginarme en las subidas. A veces empieza a dar tirones y presagio que me puede dejar tirado en cualquier momento pero en estos instantes es lo único que tengo.
El trayecto hasta lo que hace unas horas era mi casa se me hace demasiado largo. Tal vez sea porque este coche no va ni aunque le pongas un motor nuevo o tal vez sea yo que no quiero asumir mi cruda realidad.
El trayecto es lo de menos cuando encima me encuentro con Walter y una maleta delante suya.
Mantiene el silencio mientras clava su mirada en mi.
—Me he enterado de lo que ha hecho a la señorita Mia. Lo que más me duele no es que hayas destrozado a esa bonita mujer. Sino que además hayas jugado con ella hasta romperla en mil pedazos. Dejo el trabajo señor Johnson. Presento mi decisión de manera irrevocable. No eres digno de contar con mis servicios.
—¿Va enserio Walter? Después de todos estos años.
—Creo que no puedo hablar mas enserio. Lo siento pero me marcho
Enseguida recoge la maleta y sale por la puerta dejando tras de sí un silencio muy incómodo. Me siento en el sofá tratando de lo que va a ser de mi a partir de ahora. Casi que mejor que se haya ido porque en unos días me quedaré sin dinero y no se como le iba a pagar.
Giro la cabeza hacia el mueble de la entrada y me doy cuenta de todo. Observo la foto en la que salimos Mia y yo, de repente me doy cuenta de la realidad. Del daño que ha provocado.