Verde

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Despues de la incómoda platica que Juliette tuvo con Andy, la evito por completo y se fue a su casa antes de lo habitual, toda la noche las palabras de Andy retumbaban en su cabeza. Al día siguiente se levantó a las 5:00am para salir a correr por la playa y despejar un poco su mente, lo único que realmente lograba relajarla era el sonido del mar, además de que le recordaba a su madre, su mente empezó a divagar en recuerdos de su infancia junto a su madre, pero esos recuerdos fueron interrumpidos por el sonido de su celular contesto la llamada y se sentó en la arena viendo el amanecer.

«¿Qué pasa Andy? — respondió Juliette en tono neutro, claramente seguía apenada por lo sucedido el día anterior pero no dejaría que su empleada lo notase.

—No me lo va a creer, pero los noruegos llamaron hace un momento y se disculparon por la forma en que respondieron a su petición y que estarán encantados en venir y hablar de negocios.

—Eso es una gran noticia, en verdad que los necesitamos ay no sabes lo feliz que me hace escuchar eso, pero bueno pongámonos serias ahora tenemos que ver cuando estamos libres para que ellos puedan venir, claro esta que esta semana no, ya que tenemos las inspecciones, bueno, aunque podría, ¿Hm no tal vez dentro de 2 semanas?, si está perfecto, necesito que prepares todo para dentro de 2 semanas.

—Si bueno hay un pequeño inconveniente jeje, ellos… Hm… si ellos llegan dentro de 2 días.

—¿Dentro de 2 días?, acaso te volviste loca, esta semana tengo todo lleno, no  puede…

—No fue cosa mía —interrumpió Andy un poco irritada— ellos dijeron que solo podían esta semana ya que para la otra tienen que volver a trabajar y no me quedo más remedio que aceptar, era eso o esperar otro mes para que ellos estén libres.

—¡Agh! Bueno ya está, ahora necesito que busques una casa para que se queden, no, no, mejor que se queden en uno de nuestros hoteles así se pueden dar cuenta de la atención de primera que le brindamos a nuestros clientes.

—Igual lo pensé, pero dijeron que ellos se encargarían de todo eso, al parecer compraron una mansión cerca de donde usted vive.

—Oh bueno mucho mejor, menos pendientes. Una última cosa hoy no iré al corporativo, ve supervisa que todo este bien y luego vienes a mi casa y trabajamos aquí, mientras tanto no más llamadas por favor.

—Claro, nos vemos en un rato —dicho esto colgó la llamada—.

Juliette soltó un suspiro viendo al horizonte, empezó a pensar en lo caótica que se había vuelto su vida desde que su padre decidió retirarse de los negocios y dejarle todo a ella, a veces pensaba seriamente en dejar todo para poder vivir una vida más tranquila y sencilla, pero claramente no podría hacer eso, sería muy egoísta de su parte ya que su padre había depositado todas las esperanzas en ella para que la empresa creciera más. Sin más se dirigió a preparase para comenzar con su día. A las 11am Andy llego al despacho de Juliette con un semblante bastante cansado.

«Ahora entiendo porque odia tanto a los hombres de negocios o bueno en general a los hombres, son los seres más insensatos y ordinarios que puedan existir y bueno ni se hable de su ego —dijo Andy en un tono dramático— ¿dígame cómo es que aguanta eso?

—Todo está en la mente, mi querida Andy, claro que un poco de vino no cae nada mal— dijo divertida—.

—Claro, oh por cierto ya tengo todo lo que quedaba pendiente de la llegada de los noruegos, su asistente me comento que no solo vendrá el señor Omdahl, sino que toda la familia ya que era una empresa familiar y todos participaban en la toma de decisiones.

—Eso es genial, al menos de entrada ya tenemos algo en común, sabes que la familia de mi padre dio la vida por la compañía. Aunque todavía hay algo que me resalta de ellos, en realidad de su empresa, si bien es una empresa casi nueva ha crecido prontamente y lo más curioso es que no tiene inversionistas y no quiero ser prejuiciosa pero cuando eso pasa aquí en México es una red segura de lavado de dinero.

Andy no pudo aguantar la risa y Juliette la miro indignada por la reacción que tuvo. —Discúlpeme, pero me pareció bastante gracioso su comentario y si ciertamente aquí en México puede significar eso, pero tenga en cuenta que ellos son de un país que económicamente está muy bien y bueno ellos vienen de una familia aristocrática así que no me sorprende que no necesiten inversionistas.

—¡Ay! Bueno solo era un comentario, además no sabía que eran aristócratas —Juliette se quedó pensando y agrego― Ahora con más razón tenemos que cerrar el negocio con ellos, imagínate no solamente tendríamos una expansión de la compañía sino también contactos de primera.

―Efectivamente, su padre no se equivocó en decir que usted era la única que tenía la visión y la capacidad de manejar la compañía.

―Sí, es lo menos que puedo hacer por el que dedico toda su vida a mí y me mostraba la mejor versión de si, aun cuando por dentro estaba destrozado por la muerte de mi madre.

―Por cierto, llamo hoy en la mañana y dijo que la amaba demasiado y que la extrañaba como nunca ―Juliette sonríe nostálgicamente ante las palabras de su padre―¿Lo extraña mucho, cierto?

―No te imaginas cuanto, pero sabes que no le gusta mucho venir aquí ya que le recuerda a mi madre y bueno ni hablar a mí tampoco me gusta ir allá. Aunque me gustaría pasar más tiempo con él, me gustaría saber un poco más de su vida junto a mi madre, de cómo la conoció y cómo fue que se enamoró de ella, ya sabes la familia de mi padre es muy conservadora y no creo que hubieran tomado muy bien el asunto de mi padre casándose con una mexicana.




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