Verde

4

—No entiendo, ¿el hijo del Sr. Velazco?, no se supone que esa familia son sus enemigos  —agrego Andy confundida.

—Sí, pero el no, el es diferente a toda su familia y yo… yo no quería creerlo y por eso cometí un gran error Andy lo juzgué mal y ¡Agh!, debiste ver su cara de tristeza cuando no supe ni que contestarle después de que me recordó todas las veces que ha estado para mí.

—Tampoco se mortifique tanto digo cualquiera puede cometer un error así y el debería…

—Espera —interrumpió Juliette recordando la conversación que tuvo con Antonio—no, no, no puede ser… el dijo, el menciono algo acerca de ayudarme sin importar que a él le afectara, ¡Mierda!, Andy es mi culpa.

— ¿Culpa de qué?, no entiendo a qué se refiere.

— De que su padre le haya quitado todo —espeto Juliette desesperada—Joder, como no me di cuenta antes, claro que lo hizo por mí, cuando mi padre iba a dejarme su puesto a mi el Sr. Velazco hizo de todo para que eso no pasara y al final mi padre estaba tan harto que convocó una reunión para que todos los inversionistas votaran la mitad voto a mi favor y la otra mitad no, Antonio como siempre llego tarde y la decisión estaba en sus manos, recuerdo como sin dudarlo voto a mi favor y desde ese momento empezó a tener muchos problemas con su padre… de verdad que soy una idiota es que como no lo pensé antes, y jamás le di las gracias, al contrario lo trataba peor y le exigía mas que a los demás, ¡ay Andy! ¿Ahora que hago?, seguro debe odiarme.

—Vaya, sí que ha metido la pata con él, pero por lo que yo veo la debe de querer demasiado para soportar todos sus desplantes, lo que tiene que hacer es pedirle disculpas y ser sincera en cómo se siente al respecto.

—Tienes razón, le escribiré…, no, creo que es mejor que le llame —después de la tercer llamada Juliette ya quería darse por vencida seguramente la debería de odiar, hizo un intento más y escucho como del otro lado dieron un respiro de resignación « ¿Qué pasa Juliette?

—Am, hola, de nuevo… jeje.

—En verdad que no estoy de humor Juliette, adiós.

— ¡No!, espera, yo, yo tengo que decirte algo importante.

—Un minuto, que tengo cosas que hacer.

—Bueno lo cierto es que, mi actitud de hace un momento no fue la más adecuada y en verdad lo lamento, es solo que bueno ya sabes no tenemos la mejor relación que digamos.

—Porque tú no quieres.

—Es verdad pero eso puede cambiar… he sido muy injusta contigo, te he juzgado mal y realmente me gustaría arreglar las cosas, te invito a cenar mañana, ¿qué te parece?

—Acepto solo porque no me gusta ver a mi amada tan afligida —agrego Antonio en el tono seductor que solía usar con Juliette.

—Bien entonces nos vemos mañana a las 8:30pm y no es necesario que pases por mí, en un momento te mando la ubicación del restaurante.

—Está bien, entonces hasta mañana amada mía. Despues de eso colgó enseguida y Juliette se quedó con una sonrisa viendo la foto de Antonio en su contacto.

—Me parece que ha ido de maravilla la conversación que hasta se ha quedado con una sonrisa de enamorada.

— ¿Disculpa?, pero que va, claro que no, es solo que me siento bien de que haya aceptado y ya no este molesto conmigo, eso es todo.

—Jaja claro lo que usted diga.

—Bueno ya, hay que ponernos a trabajar.

Juliette salió del corporativo más tarde de lo normal pero tenía que terminar todo el trabajo que no hizo los otros días, al llegar a su casa fue directo a la cama, no sin antes poner su despertador.

 

A la mañana siguiente Juliette despertó de muy buen humor el cual no le duraría demasiado. Mientras estaba en la cocina preparando su desayuno escucho como tocaban el timbre incontables veces, cuando una de las empleadas fue a abrir la puerta escucho la voz de Andy bastante agitada, preguntando por ella. «Era demasiado perfecta mi tranquilidad para ser cierta —pensó Juliette haciendo una expresión de resignación.

—En la cocina Andy —Grito Juliette. Enseguida escucho unos pasos acelerados dirigiéndose a ella.

—Ay, casi no llego, disculpe por llegar así a su casa pero la asistente del Sr. Omdahl me llamo y me dijo que ya estaban aquí y que la verían a las 11am.

— ¿Qué? ¿Cómo que ya están aquí? ¿Era hoy su llegada?, ¿Por qué no me lo recordaste ayer? Se supone que ese es tu trabajo por eso te pago y muy bien por si se te olvida. —Espeto Juliette bastante enojada.

—Comprendo su punto pero ayer no me dejo salir hasta que acabáramos el trabajo y cuando llegue a casa estaba muerta y por eso ni si quiera me fije en la agenda.  —Contesto Andy bastante apenada.

—Espera, espera, ¿entonces me estás justificando tu ineficiencia con  que es mi culpa porque te dejo mucho trabajo? Jaja no chiquita, las cosas no funcionan así, aquí yo soy la jefa, lo que significa que yo tengo el dinero y el poder, jamás será mi culpa absolutamente nada,  primero sacrifico a los empleados, ¿entiendes? Y si el puesto es demasiado grande para ti, pues vete, no te necesito, además hay un montón de personas que matarían por un puesto en mi corporativo, nadie es indispensable para mi Andy.




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