El chico hizo una mueca de dolor, arrastrándose hasta quedar a un lado del lavatorio de manos - ¿Qué mierda Harry? Solo quiero… Vale, vale – El mencionado se le acercó peligrosamente, causando que se callara.
- ¿Ayudar? Por gente como tú tuve que calmarle un ataque de pánico a Louis, ¿Sabes?
- Harry no quiero dañarte, eres un buen tipo, no quiero problemas.
- Yo tampoco quería dañarte, pero dadas las circunstancias… - El espejo que se apreciaba sobre el lavamanos se elevó hasta quedar sobre su cabeza, como si alguien lo estuviese sosteniendo dispuesto a romperlo contra su cuerpo.
- Aléjate de mí o te juro que lo romperé en tu cabeza – Harry levantó los brazos y se sentó contra la puerta, a modo de paz - ¿Qué demonios te pasa?
- Voltéate – Skyler frunció el ceño, negando con la cabeza – No te haré daño, puedes volarme la cabeza si lo hago, ¿Vale? Solo quiero ver algo.
- Dime o no lo haré, acabas de golpearme y encerrarme, lo siento si no confío en ti – Harry bufó, levantándose de su lugar - ¡Oi, despacio!
- Quiero ver si tienes un chip en la espalda – El chico lo miró, extrañado y genuinamente sin saber de qué hablaba - ¿Ves? Ni sabes de qué hablo, por favor.
- ¿Por qué tendría uno? No tiene sentido, Frederika me dijo que me protegería.
- Bueno, no sé quién es esa y tampoco sé si deberías confiar en ella. Déjame ver y te dejaré ir – Skyler suspiró y asintió, levantándose con delicadeza mientras se ponía de espaldas al rizado, quien dejó la piel de su espalda baja descubierta.
Allí estaba, un cabroncillo pero de forma circular que apenas sobresalía de su piel y una parte cubierto por un tatuaje de un símbolo extraño.
- ¿Y? – Preguntó con irritación, pero Harry supo que en realidad estaba pensando demasiadas cosas a la vez sobre una situación donde su hermana lo traicionaba.
- Frederika y Solsticio son la misma persona, ¿No? – Skyler asintió – Tienes uno, al igual que nosotros.
La lamparilla comenzó a fallar y el espejo estalló en mil pedazos contra la pared, la luz yéndose segundos después.
- Ábreme la puerta o te juro que te reventaré cada puto órgano.
Harry retrocedió rápidamente y abrió la puerta, saliendo de allí para ir camino a su habitación, pero unos brazos lo empujaron al suelo.
- ¿¡Qué le hiciste!? – Un molesto Finn indagó mientras le inmovilizaba los brazos sobre su espalda - ¡Respóndeme!
- ¡No le hice nada, joder! ¡Que ha reventado una bombilla y un vidrio! ¿¡Qué te importa de todas maneras!? – El menor le dio una descarga eléctrica que le hizo jadear del dolor, dejándole espasmos en el tren superior – ¡Hijo de puta!
- ¡Finn cálmate! ¡Estoy bien! – La voz de Skyler pidió, este sosteniendo al chico entre sus brazos con cuidado de no tocar sus manos – Tienen suerte de que mi hermana no duerma aquí o ya nos habría matado a todos.
Harry se volteó y notó que la nariz del chico polaco sangraba bastante por ambas de sus fosas nasales.
Leyó rápidamente la mente de ambos, cubriendo sus acciones con la excusa no dicha de que estaba shockeado.
Finn estaba aterrado de que él hubiese lastimado a Skyler, y este estaba alterado de ver a Finn desbordado de aquella manera, aunque este se sentía contenido de aquella forma. Aquello confundió al rizado, pero no creyó conveniente preguntar, por lo que se dirigió hasta la habitación.
Al entrar, Louis no llegó a dejarlo cerrar la puerta cuando se abalanzó sobre sus brazos, temblando.
- Maldito suicida, ¿Cómo puedes amenazar a un teq? – Murmuró con voz entrecortada. Harry rodeó su cintura con sus brazos y suspiró sobre su cuello.
- Lamento interrumpir, pero Harry - El chico la observó, sin dejar de sostenerlo – Necesito quitarte el rastreador. Ya se lo quité a Lou y a Finn, solo me quedas tú.
- Y Skyler – Interrumpió el castaño, adentrándose en la habitación con el chico detrás de él como su sombra pero de más de metro setenta y cinco – No podemos dejarlo aquí, corre el mismo riesgo que nosotros – Sara se relamió los labios, sonriendo como a punto de reírse, pero solo asintió.
- ¿Qué hay de ti? Tú también tienes uno – Harry le preguntó, haciendo un gesto con su cabeza.
- Lo resolveremos luego, pero mientras, nos ocuparemos de aquello para lo que ya tenemos una respuesta. ¿Quién irá primero?