Verona

Capítulo 6

-Muy bien chicos, me voy o llego tarde, adiós- no habían esperado eso de mí, la expresión de los gemelos era sin dudar la mejor, se llevaba el premio en la mañana. Esperaban ser un tipo de servicio de guardaespaldas, lo cual los dejó decepcionados, a excepción de dos personas que ya me esperaban en la puerta.

 

Cristol me conocía bastante para saber el tipo de acciones que tomaría y Dóminic, que al parecer ya competía en su conocimiento con el otro, podía muy sencillamente saber mis planes.

 

-bien Verona, a ellos los puedes hacer tontos pero no nos compares- reaccionó Cristol

 

-se ven bien, antes de que te enteres de otra forma sabelotodo. Cristol ¿en qué carrera te inscribirás?

 

-… ¿en la que estaba?- mi pregunta lo había tomado con la guardia baja igual que a Dóminic la noche anterior, me sentía orgullosa de poder sorprenderlos.

 

-que mal, así que Dóminic será el único conmigo-Dóminic desde la noche anterior se había enterado sin duda de mis planes por la emoción que puse en ellos.

 

-lo que no me explico es ¿por qué tienes que estudiar?- Dimitri acomodaba su brazo alrededor de mi hombro- ellos te mantienen con tal de que sigas con su jueguecito de cazafantasmas.

 

-No necesitas nada más para vivir, ya viste la mansión donde vivimos solo para jugar, aquí no pasa nunca nada- Geral llegaba del otro lado

 

-eso es lo que ustedes creen, pero nunca puedes estar completamente seguro- Dóminic me jaló de entre ellos, y me llevaba de la mano.

 

-dejen de tratarme como a una muñeca.

 

-pero si lo eres- Dimitri movía sus manos como siguiendo el contorno de mi cuerpo, mientras que Geral silbaba y se reían.

 

-Que desagradable, pero en serio, yo no estoy segura de servirles de nada, y si sí fuera de alguna utilidad al menos me podría dedicar a algo de hobby y guardar las apariencias.

 

-no la tomen a la ligera chicos o terminaran llorando- dijo Cristol del otro lado de Dóminic mientras los gemelos nos cuidaban la espalda y hacían bromas para que el camino no fuera tan pesado.

 

Habíamos llegado caminando en quince minutos, tiempo record por las piernas largas que todos ellos tenían, y aunque mi estatura es más alta que las chicas promedio de igual forma era complicado llevarles el paso.

 

No me había percatado hasta llegar al salón de clases que los tres habían elegido tomar la clase conmigo. Dimitri y Geral no tenían nada mejor que hacer, lo entendí, pero… ¿Cristol? Yo esperaba que al menos él fuera más sensato y tomara las clases que le vinieran en gana. Dóminic eligió la misma carrera, sin embargo tomó algunas clases distintas, no es como si me sintiera abandonada, pero era el único que creí que no se alejaría de mi lado.

Estaría sola gracias a la selección de asientos, pero no parecían malas personas.

 

Afortunadamente a un lado mío estaba sentado un chico muy agradable. Ese tipo de personas que simplemente me llaman.

 

-siempre es así con él, uno se acostumbra- comentó acerca del profesor- mi nombre es Jackes Vetro.

 

- el mío es Verona Svet- nos estrechamos las manos e iniciamos las clases.

 

Jackes sabía mucho acerca del lugar, toda su vida la había pasado ahí. Como era de esperarse éramos la novedad, llegaban varias personas de la ciudad, estaban de paso pero nadie se quedaba a diferencia de nosotros. 

 

Era agradable poder hablar con una persona tan simpática como él,  el que fuera atractivo no restaba puntos a su personalidad. Aunque alto (no tanto como Dóminic), de facciones finas, no se portaba arrogante como otros que llegué a conocer. Tenía una piel bronceada, aparentemente le gustaban las actividades al aire libre. El que su cabello fuera ondulado y castaño de cierta manera le daba un aire de explorador.

 

-recibirán mucha atención en estos días, y más tú Verona. No es muy común ver a una chica entre tantos chicos a la vez, a menos que esté perdida y no creo que sea tu caso.

 

-¿estas insinuando que me pueden llamar chica de la vida fácil?- le pregunté tomándole el pelo. Se había puesto rojo tomate, me había pasado un poco.

 

-yo no… es decir… no me refería a eso, solo que- no podía terminar una sentencia, era muy lindo. No lo pude aguantar, me empecé a reír sin contenerme.




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