Inconscientemente, quizás no,
Pero vivimos creándonos una vida ilusoria llena de ternura, buenos momentos y amor,
Pero no es así,
Las cosas siempre tienen otra realidad,
Nos enamoramos como seres irracionales,
Pensamos que los demás nos aman por igual,
Soñamos con un mundo de colores y con un futuro que jamás ocurrirá,
Soñamos con atardeceres tomados de las manos de aquella persona en especial,
Imaginamos amanecer días tras días con los besos de ese ser que decimos amar,
Pero el día menos esperado despertamos a la cruda realidad,
Notamos que esos sueños no eran compartidos,
Notamos que esa persona a quien amamos no nos ama por igual,
Vemos en sus ojos, que solo éramos un momento y nada más,
Nuestros sueños se desvanecen,
Nuestras gargantas se anudan y los estómagos se llenan de un vacío muy cruel,
Te provoca gritar, lanzar todo al piso y llorar,
¿Qué paso? te preguntas,
¿Qué hice mal? Te vuelves a preguntar,
¿Sera que no alcanzo el amor que le di o no se lo supe demostrar?
Pasas horas de agonía, horas de angustias y esa persona solo te ve como un evento pasajero,
Das vueltas en tu cama y no logras dormir, no logras dejar de pensar,
Lloras una vez más, y en el cansancio de la desilusión tu cuerpo cede al sueño,
Si tienes suerte no soñaras,
Si no, soñaras bellos momentos con esa persona y despertaras una vez más para recordar que ya no está.
La desilusión es dolorosa,
Doloroso es volverse a ilusionar,
Le dirás a ese ser yo te amo y no sé qué hacer.
Jonathan Cordero
3 de Abril 2020