Desperté imaginando el olor y el color de las rosas,
Desperté buscando tu mirada entre mis sabanas,
Desperté y al abrir mi ventana, todo estaba nublado y el mundo sumergido en una fría oscuridad.
Pensé es mejor seguir durmiendo que vivir este día tan triste,
Voltee mi mirada hacia la cama y al verla desordenada y vacía la aborrecí,
Era ella la que en mis sueños me hacían creer que aún estabas junto a mí.
Decidí ir a la cocina y tomar un vaso de agua, pero al llegar perdí la sed,
Era en la cocina donde siempre jugábamos y sonreías al hacer la comida o el café.
Corrí al jardín a buscarte entre las flores, pero al llegar caía de rodillas,
Pues después de tu muerte, hace un año, nadie más cuido el jardín.
Desperté con ganas de no volver hacerlo,
Desde el jardín grite,
Le pregunte a la vida y a la muerte el ¿por qué te tenían que llevar?
La respuesta de este día nublado y lleno de esta fría oscuridad fue muy sencilla,
“Si no era ella, eras tú. Y ella no lo sabría soportar".
Llore amargamente, llore por tu pérdida, mi amada,
Desperté llorando en medio de una mañana nublada y sumergida en la oscuridad,
Comprendí que a pesar del dolor debía continuar y así tus recuerdos en el tiempo puedan perdurar.
Me levante y como un niño en uno de sus mejores dibujos comencé a trabajar,
Removí la tierra del jardín, volví a ordenar las flores,
Comenzó a llover en este día nublado y como un niño que juega bajo la lluvia comencé revivir tus recuerdos en el jardín.
Llovió por tres largos días. Mañanas nubladas, tardes y noches frías,
Y yo solo te podía recordar abrazando mi almohada,
El cuarto día salió el sol,
Y yo desperté,
Desperté con el cantar de los pájaros,
Desperté con la alegría de los niños,
Desperté con el brillo del sol dando vida y los colores del arco iris llevando alegría.
Salí al jardín y ahí te volví a ver. Hermosa de un color intenso,
Tus recuerdos, tu pasión, tu belleza y amor, todo esto en una rosa.
Jonathan Cordero
5 de Abril 2020