Ven, siéntate a la mesa y tomemos el café,
Ven, conversemos sobre cómo te ha ido,
Hablemos un rato sobre cómo va tu vida,
Hoy seré sólo oídos, te escucharé sin juzgarte,
Daré mi opinión solo cuando sea necesario o tú la solicites,
Estoy aquí para escucharte.
Ven tomemos el café,
Ven y disfrutemos de su rico aroma y de su grandioso sabor,
Ayer decidimos marchar cada uno por su lado, hoy volvemos a encontrarnos en las encrucijadas del tiempo.
Te noto triste, te noto decaída,
No me gusta, no me alegra verte así,
Soy... Aunque tú lo creas,
Soy tu amigo.
Ese que ayer con locura te amo,
Hoy, soy un amigo que aun siente por ti amor,
No me importa eso que en el pasado nos separo,
Solo me importa escucharte,
Solo me importa brindarte mi apoyo,
Solo me importa tomar junto a ti el café y escuchar que ha pasado,
Te aconsejare si así tu quieres y si esta a mi manó.
Ven siéntate a la mesa y tomemos el café,
Tomemos este café caliente, en estas hermosas tazas de porcelana,
Tomemos de su rico sabor mientras saboreamos su aroma.
Ven tomemos el café que yo atentamente te escucharé,
No temas en llorar,
No temas en desahogar cada pena,
Yo no te juzgare,
Yo te acompañé con amor tomándonos este café.
Jonathan Cordero
5 de Abril 2020