La impudicia humana,
corroe mis pies descalzos.
Mientras la lluvia mezcla el lodo y
las desepciones del camino que recorren.
El esfuerzo es tanto y hace tan poco.
Que de lejos se me podría comparar,
a un gancho de un alpinista inexperto,
en una mala posición.
El bucle inexorable de la dejadez,
ya no golpea la puerta.
Pues es tan grande el espacio que fue comiendo,
que su poder es demasiado para imponérsele.
Un sendero de manos aguzadas,
como camino al infierno,
aprisionan mis pies heridos.
Y me siento cansada.
Mi alrededor se huele infausto,
se siente roído y se ve tan denso.
Que mi juicio solo comienza a tantear,
donde pasar la noche.
-GiirlGreen